Gastronomía y turismo – Destinos con sal y pimienta
saborear la comida exótica … y aprender sobre la tradición y la cultura de una sociedad específica”( Gajic et al., 2013: 1056).
Las fiestas reúnen culturas de los más distintos lugares y por eso el contacto entre turistas y anfitriones con experiencias culturales, sociales y económicas totalmente diferentes puede contribuir a un mayor entendimiento entre‘ ellos’ y con los‘ otros’. En las fiestas de la Isla de Madeira algunos turistas durante la compra y consumo de los productos gastronómicos intentan profundizar sus conocimientos estableciendo un mayor contacto con los anfitriones( Marujo, 2015). En algunos casos, el contacto puede contribuir a crear una relación de amistad entre ambos. Se destaca que cuanto mayor es el contacto entre turistas y anfitriones más favorable es el cambio de actitud y mejor resulta la experiencia turística( Pizam, Uriely & Reichel, 2000). Por otro lado, si la experiencia es positiva puede contribuir a que el evento resulte satisfactorio para el visitante y éste regrese y lo recomiende a potenciales turistas gastronómicos.
CONCLUSIÓN
La identidad gastronómica de una región despierta en el turista gastronómico el interés por la gastronomía, induciéndolo a observar, experimentar y comprender comportamientos y actitudes que muchas veces son diferentes de aquellas que existen en su lugar de origen. El turismo gastronómico en la Isla de Madeira contempla diversas actividades turísticas como por ejemplo visitas organizadas a restaurantes típicos, workshops, demostraciones relacionadas con la agricultura, ferias gastronómicas, fiestas y festivales.
En la Isla de Madeira la gastronomía es inseparable de las fiestas. La gastronomía forma parte del patrimonio cultural de la región y por eso tiene una fuerte presencia en los eventos culturales. Las fiestas de Madeira asociadas a la gastronomía, u otras fiestas con componente gastronómico, constituyen un escenario ideal para que la población madeirense pueda proyectar su identidad cultural ligada a la alimentación de la región. Hay que decir que muchas veces a través de estas fiestas los madeirenses procuran mostrarle a la sociedad globalizada su identidad gastronómica.
Para las comunidades anfitrionas las fiestas gastronómicas“ representan un contexto único en el cual el alimento y los comportamientos asociados a el mismo pueden ser elevados a la categoría de íconos culturales”( Bortnowska et al., 2012: 374). Las fiestas no sirven sólo para atraer turistas, sino que también tienen la función de conservar la historia, la memoria gastronómica de la isla y enseñar a los más jóvenes las costumbres de la región.
Las fiestas de Madeira funcionan como un acontecimiento social que involucra de cierta forma a toda la sociedad. Permiten nuevas formas de sociabilidades y nuevas relaciones con el
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