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Gastronomía y turismo – Destinos con sal y pimienta
sensoriales y permiten que los turistas se involucren con la comunidad anfitriona( Chang & Yuan, 2011).
FIESTAS, GASTRONOMÍA Y TURISMO EN LA ILHA DA MADEIRA
La historia de la gastronomía madeirense es fruto de la herencia europea que dejaron algunos colonos a través de las semillas en el siglo XV, que llegaron atraídos por su belleza y magia( Vieira, 2004). En el siglo XVIII y XIX, según el autor, los principales divulgadores de la gastronomía madeirense eran los visitantes de paso y los visitantes que se desplazaban a la isla por cuestiones terapéuticas( turismo de salud). En la actualidad los turistas, especialmente los internacionales, continúan siendo grandes promotores de la gastronomía típica de la región.
La gastronomía madeirense presenta una fuerte relación con los productos provenientes del suelo de la región. La relación entre el medio económico, social y cultural de los madeirenses con su gastronomía es muy profunda y refleja la estructura de su vida cotidiana( Rodrigues, 2014). De acuerdo con esta autora, la preservación de la gastronomía madeirense depende de su transmisión y mantenimiento de generación en generación por parte de la comunidad a la cual pertenece. De hecho, la valorización y preservación de la gastronomía del archipiélago de Madeira debe estar en el seno de la comunidad anfitriona. Sólo ella puede mantener y preservar la verdadera esencia de la cultura gastronómica. Se destaca que la cocina madeirense tiene guardianes que son los verdaderos representantes de la cultura gastronómica. Ellos son los que procuran mantener la autenticidad de la gastronomía y los que también le dan continuidad a esa herencia cultural. En muchos casos las tradiciones gastronómicas, que se mantienen en el interior de muchas casas, son reflejadas a través de los eventos culturales( fiestas y festivales) que tienen lugar en toda la región.
La Isla de Madeira promueve, durante todo el año, un calendario de fiestas y festivales que atrae a muchos turistas a la región. Dichos eventos, más allá de resultar una atracción turística, funcionan como elementos culturales que no sólo identifican y diferencian el destino frente a otros destinos de la competencia sino que fortalecen la identidad cultural de la sociedad madeirense.
Claramente los eventos culturales pueden afectar el ámbito social y cultural de una comunidad. Por un lado, pueden ser un elemento valorizador de las tradiciones locales. Por otro lado, al exponer su cultura regional ante los otros puede quedar amenazada su continuidad debido a las presiones de la comercialización. Hay que decir que en algunas regiones la identidad gastronómica es mercantilizada y muchas veces se transforma en un espectáculo que responde a los deseos de los turistas. En el caso de la Isla de Madeira existe una preocupación constante por incorporar en los eventos culturales el simbolismo, la diferenciación y la autenticidad. Además, la organización de esos eventos“ cuenta siempre con
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