Gastronomía y turismo – Destinos con sal y pimienta
En la época del año en la cual no se realizan festivales, VGB es un destino frecuentado igualmente por si gastronomía típica, por el paisaje serrano de extrema belleza y su invaluable tranquilidad. Por otra parte, debido a los imponentes recursos naturales que posee Villa General Belgrano y sus alrededores, a la gastronomía o turismo cultural se suman otras actividades de turismo deportivo, rural, de naturaleza, alternativo y de aventura como caminatas, avistaje de flora y fauna, deportes náuticos, ascenso a los cerros, travesías 4x4, visitas a estancias o la posibilidad de realizar vuelos en el Aeroclub local. Existen una gran cantidad de paseos naturales y culturales que se suman al atractivo de la cultura germana, como la visita a un tostadero de café, a las reservas de animales o a las localidades vecinas que atraen por sus bellezas paisajísticas y su pintoresca arquitectura. Además, se suman incipientes propuestas de turismo cultural basado en la identidad criolla y el rescate de los pueblos originarios.
CONSIDERACIONES FINALES
Villa General Belgrano es una localidad que se construyó sobre el territorio de los comechingones, habitado luego por criollos y que más tarde adquirió un fuerte carácter germano. Pero cabe plantearse si esa identidad se mantiene artificialmente para que el turista crea el cuento, como dice Centocchi( 2013), de que la villa representa una aldea centroeuropea. También cabe plantearse si es genuina la intervención del poder público que según Centocchi( 2013) no responde a las necesidades de toda la población sino al interés de la población hegemónica, los inmigrantes germanos. Él dice que VGB tiene un corsé semejante al de los núcleos urbanos nombrados como patrimonio de la humanidad, los cuales por integrar esa lista de la UNESCO se encuentran impedidos de emprender cualquier modificación que altere su espíritu. El planteo es si se conserva o se innova, se altera o se mezcla. Todos estos conflictos de intereses son meritorios de ser tenidos en cuenta al momento de planear un desarrollo turístico.
Y al plantear la innovación no se hace referencia a cambiar un ingrediente en un plato típicamente alemán, sino a incorporar los rasgos identitarios de esas“ otras culturas” que por ahora sólo aparecen tímidamente como complemento en las cartas de los restaurantes. Claro está, que habría que plantearse si el atractivo de VGB sería el mismo si se innova.
No obstante, quienes se dedican a la actividad turística en VGB sienten que en un principio el apoyo de las políticas públicas fue muy efectivo y que les permitió dar el primer paso que la convirtió en un centro turístico bien establecido. Las organizaciones comerciales han hecho un gran aporte también. Y no se puede dejar de decir que para muchos de estos comerciantes la reproducción de la cultura germana ante los turistas es auténtica. Es decir, que muchos de esos comerciantes crecieron rodeados de rasgos identitarios germanos. Aunque si se considera que el diseño arquitectónico de VGB fue establecido por ley podría pensarse que el
162