Anuario Raza Polo Argentino Anuario2017 | Page 81

Solamente así, la“ columna ósea” resultará alineada. El resultado es el“ aplomo correcto”. Los huesos de los miembros, crecen en largo a través de los cartílagos de crecimiento. Éstos podemos imaginarlos como discos intercalados en los dos extremos del hueso, entre el cuerpo y las puntas,( diáfisis y epífisis). Los cartílagos van creciendo y transformándose en hueso. Como si fueran apilándose monedas de cartílago y transformándose en hueso. En un determinado momento, se termina el crecimiento y todo el cartílago se transforma en hueso. Si los cartílagos van creciendo en forma pareja, en toda su superficie, el eje de los huesos crecerá alineado. Por el contrario, si crecen mas en alguna parte de su superficie, provocarán la desviación del eje óseo, dando lugar a un defecto de conformación adquirido y evitable.
El tiempo del“ cierre de los cartílagos de crecimiento” es propio para cada hueso. En el caso del nudo y cuartilla, terminan de cerrarse a los seis meses de vida. Por lo tanto las desviaciones que involucren nudo y cuartilla, serán permanentes si no se corrigen antes de esa corta edad.
Las fuerzas que soportan los miembros ejercen influencia, no solo por la intensidad, sino por su correcta distribución. Consideramos fuerzas que van en sentido de los miembros y en direcciones opuestas,( para aclarar: como si fuera sentido norte-sur o sur-norte) de arriba hacia abajo, o de abajo hacia arriba. Las fuerzas que actúan de arriba hacia abajo, son producto del peso que soporta cada miembro y de la velocidad con la que asienta en el suelo. Las que van de abajo hacia arriba, tienen el mismo sentido e intensidad, pero dirección opuesta. A esto se le llama fuerzas de acción y de reacción.
La dirección de las fuerzas de acción está determinada por la conformación del potrillo. La intensidad, por el peso y la velocidad con la que impacta en el suelo.
Las fuerzas de reacción,( de abajo hacia arriba), tienen la misma intesidad, pero están fuertemente influenciadas por el nivel de la superficie de apoyo del pie y por la ubicación de la ruptura de paso.
Este es el concepto al que quiero llegar para transmitir la importancia del mantenimiento de los pies de los potrillos.
Los cascos crecen en los potrillos a un ritmo aproximado de dos centímetros por mes, prácticamente hasta el año.
A medida que van creciendo, van desgastándose. Eso es el proceso natural. Como siempre decimos bien que la naturaleza es sabia, no tendríamos necesidad de hacer algo. La clave es acompañar al proceso natural y favorecer las condiciones para que las fuerzas sean parejas durante todo el crecimiento.
79