En la práctica estas modificaciones generan varia-
bilidad entre individuos y razas y son responsables
o están asociados a las variaciones fenotípicas ob-
servadas entre distintos animales.
Un par de consideraciones respecto a la tecnología
genómica. En primer lugar, los marcadores gené-
ticos están presentes en el ADN de cada individuo
desde su nacimiento, lo cual hace que su utiliza-
ción pueda realizarse de manera precoz. Además,
esta tecnología se ha vuelto mucho más económi-
ca en los últimos años y presenta la ventaja de que
su análisis es automatizado y objetivo, lo cual hace
que sus resultados sean confiables. Por último, es
de hacer notar que los análisis se realizan en base
a una pequeña muestra de material genético (ADN)
del individuo brindándonos un perfil completo del
genoma del individuo. Dichas muestras pueden ser
extraídas desde un simple mechón de crines, o una
mínima muestra de sangre, lo que hace que la toma
y su remisión sea fácil, económica e incruenta.
La genómica y la mejora
genética animal
El desarrollo de la selección asistida por la infor-
mación genómica (selección asistida por marca-
dores), fundamentalmente en el ave, el cerdo y el
vacuno para producir leche fue de tal magnitud
en los últimos años que modificó sustancialmen-
te el mérito genético promedio de los caracteres
productivos de las poblaciones seleccionadas en
estas especies, duplicando las tasas de ganancia
genética por generación. En el bovino de leche,
por ejemplo, las predicciones del valor que tiene
un individuo como reproductor son actualmente
determinadas utilizando información obtenida de
marcadores moleculares, que permite seleccio-
nar terneros de pocos meses de edad conocer el
rendimiento de su descendencia con una confia-
bilidad impensada 10 años antes. Mas aún, esta
tecnología permite diferenciar el mérito genético
de hermanos completos (mismo padre y madre)
que de otra manera serían imposibles diferenciar.
Además, ha permitido reducir el intervalo entre ge-
neraciones (los nuevos individuos tienen crías más
jóvenes), lo cual indudablemente optimizaría el uso
de los recursos genéticos en el caso del polo, per-
mitiendo a yeguas poco consideradas entrar de
manera temprana en programas de TE. En el caso
de los caballos, cuya evaluación de rendimiento
suele realizarse en individuos adultos, permitiría
una ganancia de tiempo muy importante.
Sin embargo, se debe hacer notar que el éxito de
la metodología radica en poder predecir conjun-
tamente todos los efectos genéticos que gobier-
nan la característica bajo selección sin en ningún
momento intentar descifrar qué genes específicos
inciden sobre la misma. En la noción moderna del
mejoramiento genético animal, el genoma comple-
to es considerado como una unidad, siendo todas
sus partes responsables del proceso biológico
que desemboca en el carácter fenotípico en cues-
tión. Y por ello, el caballo puede ser un excelente
modelo para su implementación, debido a que los
caracteres que hacen a un animal mejor o peor ju-
gador son complejos y diversos, y, por lo tanto, di-
fícilmente controlados por un número pequeño de
marcadores.
La genómica define una raza
o una línea genética
Desde el punto de vista de la población, o mismo
de una línea dentro de la misma, se ha demostra-
do la existencia de un patrón “alelos” expresados
más frecuentemente en una serie de marcadores
específicos que hacen, en el caso del caballo, por
ejemplo, que un Polo Argentino sea más parecido
a otro que a un Percherón o un Pony. Esta serie de
combinaciones deseables se conoce como huella
de selección de la raza, o de la línea, y es pre-
cisamente, lo que hace al caballo Polo Argentino
superior genéticamente frente a animales de otras
razas para la práctica del deporte. Esta huella de
selección ha sido desarrollada de manera “incons-
ciente” y empírica por los jugadores-criadores du-
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