La revolución genética en desarrollo:
¿La epigenética es heredable?
La ciencia ha demostrado recientemente que parte
de los patrones epigenéticos son heredados por la
descendencia, o lo que es lo mismo, que una parte
de los efectos que el ambiente produce sobre un
padrillo o una yegua a lo largo de su vida podrían
ser traspasados a sus futuros hijos.
Como ejemplo, supongamos que una yegua haya
sufrido un estrés térmico importante por haber
sido criada en el norte del país, lo cual puede pro-
ducir que el animal desarrolle una adaptación al
calor modificando sus patrones epigenéticos. Esta
yegua puede tener potros con un ligeroaumento en
su resistencia a ambientes cálidos sin que se haya
producido ningún cambio en su ADN. De la misma
manera, si esa madre no hubiese padecido el calor
durante su vida, sus hijos no serían tan resistentes,
aun presentando el mismo genoma.
Es sabido también que estos patrones epigenéti-
cos pueden saltar una generación, desde un indi-
viduo hasta sus nietos. Esto podría explicar ciertos
efectos observados en las líneas maternas y en
los padrillos, en los cuales las crías poseen ciertas
características “igualitas” a las de su abuela, pero
que no fueron vistas en su madre ya que estaban
“silenciadas” debido a modificaciones epigenéti-
cas que “apagaban” ciertos genes.
Los efectos maternos Yegua receptora podría influenciar ligeramente el fenotipo del producto gestado
Otra faceta importante de los controles epigené-
ticos es el caso de los “efectos maternos”. Con
este término se conoce al efecto que produce el
ambiente uterino sobre las crías. Esto es observa-
do fácilmente por cualquier criador que tiene claro
que yeguas que reciben una alimentación deficien-
te durante su gestación suelen producir potrillos
más chicos.
Por otro lado, estas crías estarán mucho mejor
adaptadas a desarrollarse de manera normal con
una alimentación más limitada a lo largo de su vida,
lo cual está dado por un patrón epigenético adap-
tado a la falta de nutrientes. Esto podría ser hasta
ventajoso, debido a que tendríamos animales un
poco más eficientes que se criarían más fácilmen-
te. Sin embargo, si estos animales son alimentados de manera excesiva durante su desarrollo tienen
una marcada tendencia a la obesidad y a desarro-
llar enfermedades metabólicas relacionadas con el
exceso de energía.
Este hecho se conoce con el nombre de “reprogra-
mación fetal” y en palabras simples podría tradu-
cirse como una modificación semi-permanente en
la forma de leer los genes que sufre un individuo
debido a la “clase de vida” que llevó durante su
desarrollo en el útero materno. De la misma ma-
nera, parte de este efecto estará también influen-
ciado por las marcas epigenéticas que esta yegua
recibió de su padre y de su madre (los abuelos del
producto).
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