Anuario Raza Polo Argentino 2016 | Page 70

La revolución genética en desarrollo: ¿La epigenética es heredable? La ciencia ha demostrado recientemente que parte de los patrones epigenéticos son heredados por la descendencia, o lo que es lo mismo, que una parte de los efectos que el ambiente produce sobre un padrillo o una yegua a lo largo de su vida podrían ser traspasados a sus futuros hijos. Como ejemplo, supongamos que una yegua haya sufrido un estrés térmico importante por haber sido criada en el norte del país, lo cual puede pro- ducir que el animal desarrolle una adaptación al calor modificando sus patrones epigenéticos. Esta yegua puede tener potros con un ligeroaumento en su resistencia a ambientes cálidos sin que se haya producido ningún cambio en su ADN. De la misma manera, si esa madre no hubiese padecido el calor durante su vida, sus hijos no serían tan resistentes, aun presentando el mismo genoma. Es sabido también que estos patrones epigenéti- cos pueden saltar una generación, desde un indi- viduo hasta sus nietos. Esto podría explicar ciertos efectos observados en las líneas maternas y en los padrillos, en los cuales las crías poseen ciertas características “igualitas” a las de su abuela, pero que no fueron vistas en su madre ya que estaban “silenciadas” debido a modificaciones epigenéti- cas que “apagaban” ciertos genes. Los efectos maternos Yegua receptora podría influenciar ligeramente el fenotipo del producto gestado Otra faceta importante de los controles epigené- ticos es el caso de los “efectos maternos”. Con este término se conoce al efecto que produce el ambiente uterino sobre las crías. Esto es observa- do fácilmente por cualquier criador que tiene claro que yeguas que reciben una alimentación deficien- te durante su gestación suelen producir potrillos más chicos. Por otro lado, estas crías estarán mucho mejor adaptadas a desarrollarse de manera normal con una alimentación más limitada a lo largo de su vida, lo cual está dado por un patrón epigenético adap- tado a la falta de nutrientes. Esto podría ser hasta ventajoso, debido a que tendríamos animales un poco más eficientes que se criarían más fácilmen- te. Sin embargo, si estos animales son alimentados de manera excesiva durante su desarrollo tienen una marcada tendencia a la obesidad y a desarro- llar enfermedades metabólicas relacionadas con el exceso de energía. Este hecho se conoce con el nombre de “reprogra- mación fetal” y en palabras simples podría tradu- cirse como una modificación semi-permanente en la forma de leer los genes que sufre un individuo debido a la “clase de vida” que llevó durante su desarrollo en el útero materno. De la misma ma- nera, parte de este efecto estará también influen- ciado por las marcas epigenéticas que esta yegua recibió de su padre y de su madre (los abuelos del producto). 68