Romeo César – Antígona y el retorno de la Esfinge
de lo más puro y sacrosanto. No se puede luchar demasiado tiempo contra un enemigo sin asemejarse a él en aspectos por los que uno lo combate.
Lo curioso es que si queremos volver a un posible sentido“ primitivo” del mito de la Esfinge debemos reconocer que ese lado tenebroso, alarmante y estremecedor es sólo un aspecto. Atravesar, en el rito del pase a la edad madura, el lado letal de la Esfinge, era alcanzar la catharsis, la purificación, en que se accedía al deseado nuevo estado; estado exigido por los varones adultos de la etnia( ethnos) o de la comunidad( polis), conforme a lo que, siguiendo a la costumbre ancestral( ethos), los mayores, esperaban de sus jóvenes.
Pero hay un paso más posible. Es que el mythos también nos enseña que hay una forma de alcanzar la cordura. ¿ Cómo? Sabiendo reírse, junto con la divinidad, de la forma demasiado humana con que los hombres entienden sus relaciones con lo divino. El drama satírico que, en los concursos teatrales de las Dionisíacas, sucedía a las tragedias era una reliquia de ese momento ritual … Hemos perdido este sentido del equilibrio del rito porque ya no sabemos qué demonios es.
Quede este tema como un enigma por dilucidar en otra ocasión …
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