Romeo César – Antígona y el retorno de la Esfinge
Addenda
Postcriptum En nuestra época nos enfrentamos a un dilema: tenemos que definirnos ante los desafíos que nos plantean propuestas, discursos y creencias que abogan por conocimientos que muchos habían considerado( y todavía consideran) cosas del pasado. Creencias que con frecuencias se califican de supersticiones, supercherías, fetichismos, propios de tiempos anteriores a la modernidad, de tiempos anteriores al psicoanálisis, a la ciencia, a la filosofía racional.
Conocimientos de base mítico-ritual, que hoy proliferan en manifestaciones religiosas de raíces africanas, en convicciones fundadas en la sabiduría tradicional de la India o la China, en nuevas revelaciones referidas a seres extraterrestres o en apocalipsis más o menos cercanos. Incluso, asistimos a una oferta llamativamente extendida de doctrinas relativas a vidas pasadas o a los ángeles, o a una exposición de feligresías devotas de cultos góticos afines a ritos sangrientos y a figuras emparentadas con lo demoníaco y, en el extremo, al satanismo. Etc.. El fenómeno es demasiado conocido como para abundar en él.
Simplificando las opciones ex profeso( ay, las simplificaciones que gustan mucho a los lectores medios y disgustan tanto a los eruditos puntillosos, en especial cuando viven intelectualmente
27