Antígona y el regreso de la Esfinge - Romeo Cesar | Page 24

Romeo César – Antígona y el retorno de la Esfinge
b) Otra forma de arrancarle sentido a la sentencia de Anaximandro es identificar a la palabra del mythos como la palabra verdadera que revela la estructura de su apeiron, la realidad originaria, que rige el devenir de todas las cosas que en él se originan 21. Bajo esta perspectiva, el“ oráculo” engendró a Edipo, marcándole su destino; y con su ruina y destrucción le dio cumplimiento.
El orden del tiempo da así su veredicto: el orden racional- que cree vencer las tinieblas y el horror mortal de la Esfinge- ha de pagar el crimen de su vanagloria, ha de reparar su infatuación. Ese orden de lo apeiron surge de un fondo cuyos confines no puede atravesar el logos humano y está siempre a su merced. Querer escapar a su poder es una forma de ser su prisionero.
Pero también podemos identificar a la palabra del logos como la palabra verdadera que revela la estructura del apeiron. En ese caso, devela al enigma y engendra al( significado del) mito- incluido el mito de la razón- como una forma simbólica imaginaria que prefigura defectuosamente lo verdadero. Bajo esta perspectiva, el mythos y la racionalidad moderna, hecha mito e incondicional, se transforman en algo tenebroso y detestable cuya destrucción da cumplimento a la condena que merece su destino por el desorden y el daño que introducen.
Entonces el orden del tiempo da su veredicto: la Esfinge siniestra ha de sumergirse en el abismo al que pertenece, sea esa esfinge figura del mito, es decir, su representante en el escenario de la tragedia, o sea esa esfinge figura del discurso racional que asuela la Tierra y las ciudades, especialmente con
21 El apeiron,“ el que no se puede atravesar” porque no tiene límites, es principio de todo, omniabarcante y de carácter divino( theios) e inmortal( athananatos).
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