Antropología Cultural y Social Antropología_Cultural_y_Social | Page 72

de organización social que distingue identitariamente a cierto grupo, o “comunidad”, de una especie dada, y también en el sentido de que estas conductas, pautas y hábitos se transmiten y además se aprenden de generación en generación. Éste sería el caso, por ejemplo, de los chimpancés y otros simios, que utilizan diferentes herramientas para realizar la misma tarea, por ejemplo obtener miel del hueco de un árbol; aun cuando ambos grupos tienen a su disposición los mismos materiales, un grupo utilizará ramitas, otro utilizará manojos de hojas masticadas como si fueran una esponja, instrumento con el cual hurgan la cavidad en un tronco para extraer la miel de un panal. Estos patrones de comportamiento son localizados, y propios de una comunidad de simios en particular, y serán aprendidos por los chimpancés jóvenes al observar estas estrategias y copiarlas (¿una forma de socialización, podríamos argumentar, que inscribe a estos animales más jóvenes en la “cultura” de su sociedad de chimpancés…?). También sería similar el caso de aquellas ballenas que tienen elaborados cantos y sistemas de comunicación que son aprendidos por las nuevas generaciones, incluso con variaciones y agregados y desarrollos (con, si se quiere, “mejoras”). La transmisión de lo que podríamos llamar esta “cultura” animal debe darse por medio de interacciones de un individuo a otro (o de un conjunto de individuos a otro; por ejemplo, de animales adultos a animales jóvenes, que entonces aprenden esta “cultura” del grupo). Los humanos, por el contrario, no estamos limitados en nuestras posibilidades de transmisión cultural: mediante el uso de símbolos hemos desarrollado modos en los que podemos registrar y conservar, así como transmitir y transferir nuestra cultura, nuestro conocimiento, a otros que viven alejados de nosotros ya sea en el espacio (hoy día, a virtualmente cualquier lugar del globo), ya sea incluso en el tiempo (un conocimiento dado nos llega a menudo partiendo originalmente de aquellos que fallecieron muchísimo antes de que nosotros naciéramos). He aquí una de las diferencias entre humanos y animales que es determinante en la constitución de lo que llamamos “cultura” (*12) . Entonces, la posibilidad de utilizar elaborados modos de transmisión cultural que trascienden el espacio y aun el tiempo es, al menos en parte, lo que permite distinguir al humano de los otros animales. Pero podemos decir aún mucho más en lo que hace a nuestra enorme capacidad como especie para elaborar complejos y