Antropología Cultural y Social Antropología_Cultural_y_Social | Page 71
Tanto como es cierto que el determinismo biológico es
incorrecto e inadecuado para un análisis serio del ámbito de lo
humano, tampoco sería acertado inclinarse hacia el otro lado de la
balanza, convengamos: las conductas y acciones humanas de ningún
modo pueden explicarse completamente por medio de una postura de
determinismo cultural —reduccionismo que “postula que la biología se
detiene en el momento que nacemos y desaparece desde el instante
en el que entramos en el dominio de la cultura” (*9) , algo así como
una tábula rasa de Locke en la cual la cultura inscribe absolutamente
todo lo que somos, y determina así íntegra y plenamente nuestro
comportamiento—.
Con esto en mente podríamos preguntarnos, ¿qué
comportamientos aparecen como definitivamente humanos, y cuáles
característicos de los animales? ¿Qué características distinguen a los
comportamientos humanos de los comportamientos animales?
Veamos.
En el texto anteriormente citado, Chiriguini analiza cómo Lèvi-
Strauss desarrolla la relación entre el estado de naturaleza, por un
lado, y el estado de cultura (o ámbito de la cultura), por otro, y busca
encontrar el pasaje al estado de cultura ( *10) . El estado de naturaleza
tiene, según Lèvi-Strauss, un carácter distintivo: la ausencia de
reglas; y está definido “por lo universal, lo repetitivo, lo contante en
cada especie, en tanto está inscripto en el código genético […, y] por
lo espontáneo, lo azaroso, por no estar sujeto a normas sociales”. Lo
animal corresponde a este estado de naturaleza. El ámbito de la
cultura, por otro lado, tiene como carácter distintivo el “estar sujeto a
normas [arbitrarias, y con sentido en el interior de una sociedad] que
son particulares a cada cultura y por medio de las cuales se asegura
la existencia y continuidad de un grupo” (*11) . Este ámbito o estado
de la cultura es lo distintivo del comportamiento y de las prácticas de
lo humano.
Aquello que distinguiría entonces al ser humano del animal (de
la esfera de lo meramente biológico) sería la presencia de cultura, de
las normas que hacen a cada cultura. Pero decir que es la cultura lo
que nos hace humanos presenta otra serie de problemas.
Se ha argumentado, por caso, que algunos animales poseen una
suerte de “cultura”, en el sentido de que logran un cierto grado