que es , no pudiese llegar a interpretar las distintas realidades regionales de un país tan vasto como el nuestro , y parecería que — muy por el contrario , como bien señala Schmucler en su artículo al describir la experiencia de esta maestra — la instrucción pública en general “[ responde ] a un centralismo ideológico perverso y contumaz ” (* 9 ). Y , luego de referirse al uso peyorativo de la expresión “ nyc ” ( para significar “ nacido y criado ”), el artículo periodístico cierra con un tono algo amargado y desconsolado , señalando una triste realidad relacionada con cómo en nuestro país la idea de “ justicia social ” — y “ democracia ”, y “ soberanía ”— es tan sólo eso : una idea que el estado no logra plasmar en la realidad .
Debido a que hacerlo involucra tener que cuestionar los usualmente naturalizados mandatos culturales producto de los procesos de endoculturación y socialización , resulta en verdad difícil correrse del lugar que marca la hegemonía (* 10 ), pero esto es exactamente lo que ha tratado de hacer esta docente : acomodó las situaciones de aprendizaje en el aula a las realidades materiales concretas con las que tuvo que enfrentarse ; diseñó , como decíamos antes , materiales didácticos específicos adaptados a las necesidades de sus alumnxs ; conformó sus objetivos a resultados prácticos concretos . Lo que hizo fue descentrarse , lo que Chiriguini y Mancusi definen como un proceso que implica
[…] “ corrernos ” de algunas de las pautas dominantes en nuestra sociedad y , de esta manera , adoptar una postura más flexible respecto a otras formas culturales . (* 11 )
II .
Una identidad requiere de un país , una ciudad o un barrio , una entidad donde lo que comparten sus habitantes se torne idéntico e intercambiable . El propósito de los rituales , con toda su complejidad y sus pliegues , es recrear esa identidad y darle una continuidad a través de los quiebres de las épocas . (“ Dime cómo comes ”)
El aprendizaje no reside sólo en la memoria y en la mente , sino también en el cuerpo . ( Emilio Tenti Fanfani )
Si es correcto pensar , como apropiadamente marca Geertz , y como comentábamos en nuestra sección anterior , que no puede en verdad sostenerse un dualismo tal como el del llamado consensus