Antropología Cultural y Social Antropología_Cultural_y_Social | Page 27

de las causas de ciertas prácticas culturales, así como de la interrelación tanto de agentes como de actores presentes en éstas) guarda una estrecha relación con las cuestiones de dominación— esto es, la imposición, violenta y con resistencia explícita, de los valores y prácticas de una cultura / grupo sobre otra / o— y de hegemonía— es decir,“ la aceptación de una concepción del mundo como propia, aun cuando resulte contraria a los intereses sociales o de clase de quien la adopta”(* 11)—. Por ello, también está estrechamente relacionada con los procesos de confrontación— lo cual constituye una oposición explícita respecto del dominio— y de alternidad— esto es, el juego permanente de oposición que constituye un antagonismo con el poder hegemónico(* 12), lo cual puede constituirse como una oposición objetiva pero no declarada respecto al dominio(* 13), al decir de Gravano—.
Así, es interesante destacar que, en el sentido de pensar— con una mirada marxista— que“ el conflicto es la base de la cultura”(* 14), Gravano resalta el carácter de“ magma de contradicciones permanentes” de la cultura y— parafraseando a Voloshinov— destaca la condición de“ arena de luchas” que ésta tiene. Dice:
[…] la cultura no brinda la imagen de una laguna apacible, sino que se parece más al oleaje permanente de un mar embravecido, a una confrontación permanente, a una lucha por dar, cambiar y reproducir sentidos. Con esto afirmamos que la cultura no responde a un único orden, lógica o sentido, sino que será precisamente el reinado de la diversidad, de la heterogeneidad, por su carácter de magma de contradicciones permanentes y una‘ arena de luchas’( al decir del semiólogo Valentim Voloshinov) por dar, compartir o imponer significados.(* 15)
Entendemos los castigos públicos de las milicias Talibanes en el marco de esta concepción de la cultura como conflicto y lucha, ya que es ésta una clara forma de control impuesta desde el terror— de un modo obviamente coercitivo y, diríamos incluso, hasta contundente— por el grupo dominante que establece así un modelo de comportamiento social deseable. Estar atentos a los problemas del relativismo cultural que apuntamos antes debería ayudarnos a reflexionar críticamente sobre estas prácticas culturales.