la asignación de características supuestamente estables y pretendidamente ahistóricas).
Las operaciones de construcción identitaria del tipo de las que discutimos aquí funcionan al menos en dos planos: el del sujeto individual y el del sujeto colectivo. Pero vale aclarar que usualmente puede darse una tensión entre las nociones de identidad individual, por un lado, e identidad colectiva, por otro. Al respecto, probablemente necesitamos en este punto detenernos en lo que implica la idea de una“ identidad colectiva”.
Aunque, aclara Giménez, sociólogos como Berger y Luckman desaconsejan hablar de“ identidades colectivas” advirtiendo sobre el riesgo de psicologizar el concepto abusivamente o de reificarlo, el autor cree que sí es posible hacerlo, y sostiene que
[…] si bien se puede hablar legítimamente de identidades individuales y de identidades colectivas, la identidad se predica en el sentido propio de los sujetos individuales dotados de conciencia y psicología propia, y sólo por analogía de los actores colectivos( grupos, movimientos sociales, partidos políticos, comunidades nacionales).(* 31)
Giménez continúa diciendo que
[…] la identidad puede definirse como un proceso subjetivo( y frecuentemente auto-reflexivo) por el que los sujetos definen su diferencia de otros sujetos( y de su entorno social) mediante la auto-asignación de un repertorio de atributos culturales frecuentemente valorizados y relativamente estables en el tiempo.(* 32)
lo cual está relacionado con lo que apuntábamos más arriba sobre las operaciones de asignación identitaria.
Así, en lo que es verdaderamente una relación dialéctica, uno se reconoce en la diferencia con el otro, y a su vez requiere del reconocimiento del otro para construir efectivamente esa propia identidad: esta“ autoidentificación del sujeto […] requiere ser reconocida por los demás sujetos con quienes interactúa para que exista social y públicamente”, mantiene Giménez(* 33). Esto, básicamente, es lo que hemos venido argumentando en todo nuestro ensayo en relación con la construcción de la identidad.