Antología EVDA 1 | Page 19

Hunsinger ). Finalmente , en 2012 ( en Aveiro , Portugal ) los consensos ya alcanzados ( como los referidos al concepto , o a lo innecesario de nuevos acrónimos ) permitieron que muchas de las discusiones y propuestas tuviesen al PLE no como objeto de estudio sino como punto de partida y catalizador de los trabajos .
Así , aparecen en esa edición aportaciones más profundas sobre el desarrollo y análisis de los PLE en contextos educativos formales e informales ( Mikroyanidis y Connolly , el de Tur y Urbina , el de Ivanova , Grosseck y Holotescu , o el de Castañeda y Adell ), utilización de servicios en red para gestionar y representar el PLE ( como la comunicación de Marín , Salinas y De Benito , o la de Pedro et al ., o la de Hölterhof , Nattland y Kerres ) e incluso alguna analiza la relación entre PLE y otras teorías y conceptos cercanos ( el caso de la identidad digital en el artículo de Aresta et al ., de la cultura de la personalización en el de Mizta y Chaterjee o de la teoría psicológica de la propiedad y el control en el de Buchem ).
Así pues , conforme han pasado los años y el estudio y la discusión en torno a los PLEs ha ido en aumento , esas dos tendencias iniciales de las que hablábamos y que parecían irreconciliables han ido remitiendo y confluyendo en posiciones más centrales . Así hoy se afirma que “ PLE es un enfoque pedagógico con unas enormes implicaciones en los procesos de aprendizaje y con una base tecnológica evidente .
Un concepto tecno-pedagógico que saca el mejor partido de las innegables posibilidades que le ofrecen las tecnologías y de las emergentes dinámicas sociales que tienen lugar en los nuevos escenarios definidos por esas tecnologías ” ( Attwell , Castañeda y Buchem , en prensa ), o lo que es lo mismo , una idea que nos ayuda a entender cómo aprendemos las personas usando eficientemente las tecnologías que tenemos a disposición . Pero desde esta perspectiva , ¿ qué es exactamente lo que entendemos que incluye un PLE ?
CONCEPTO Y COMPONENTES DE UN PLE
Consideramos que la definición que propusimos hace unos años ( Adell y Castañeda , 2010 ) sigue siendo lo suficientemente comprensiva para ofrecernos un marco desde el cual analizar más en profundidad qué es exactamente y qué implica un PLE .
Decíamos entonces de un PLE que “… es el conjunto de herramientas , fuentes de información , conexiones y actividades que cada persona utiliza de forma asidua para aprender ” ( Adell y Castañeda , 2010 , pág . 23 ) Es decir , el PLE de las personas se configura por los procesos , experiencias y estrategias que el aprendiz puede – y debe – poner en marcha para aprender y , en las actuales condiciones sociales y culturales , está determinado por las posibilidades que las tecnologías abren y potencian .
Eso implica que hoy algunos de esos procesos , estrategias y experiencias son nuevos , han surgido de la mano de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación , pero implica también que es deseable que sean utilizados frecuentemente y que sirvan para enriquecer la manera en la que aprenden las personas tanto de forma individual como con otros .