Cuentos de Edgar Allan Poe
“El pozo y el péndulo ”
Por Edgar Allan Poe
Sentía náuseas, náuseas de muerte después de tan larga agonía; y, cuando por fin me
desataron y me permitieron sentarme, comprendí que mis sentidos me abandonaban.
La sentencia, la atroz sentencia de muerte, fue el último sonido reconocible que
registraron mis oídos. Después, el murmullo de las voces de los inquisidores pareció
fundirse en un soñoliento zumbido indeterminado, que trajo a mi mente la idea de
revolución, tal vez porque imaginativamente lo confundía con el ronroneo de una rueda
de molino. Esto duró muy poco, pues de pronto cesé de oír. Pero al mismo tiempo
pude ver… ¡aunque con qué terrible exageración! Vi los labios de los jueces togados de
negro. Me parecieron blancos… más b