Gabriela Alyne García Méndez
Con la deficiencia de micronutrientes, vitaminas y en general un desgaste
metabólico progresivo identificamos el Síndrome de Desgaste, el cual es un factor
muy importante de mortalidad.
Porque es importante que el paciente con VIH/SIDA tenga una buena nutrición y
que su ingesta de nutrimientos que sea más elevada para fortalecer su sistema
inmune y la “mejorar la calidad de vida”. (Herrera, 2004)
Tomamos como referencia que “Toda persona con VIH/SIDA que presente pérdida
de peso mayor de 2 kg debe ser incluida en el programa de alimentación
complementaria (En las instituciones que cuentan con este programa).” (OMS I. M.,
2007)
Ya que en “los diferentes estadios y situaciones por las que pasa el paciente VIH
así como el tratamiento que se le prescriba, también van a conllevar a ajustes en la
alimentación y en el soporte nutricional, y habrá que intentar mantener desde el
inicio de la infección un adecuado estado nutricional.” (R. Polo, 2006)
Ya que es muy frecuente que cuando tienen perdidas de peso tan significativas,
sufra el paciente con VIH/SIDA de infecciones oportunistas que pueden ser muy
severas según sea el caso.
Haciendo esto de mayor importancia que desde que el paciente es diagnosticado
con la infección por VIH/SIDA, sea canalizado a un control periódico, ya que, la
detección precoz de síntomas o trastornos digestivos, como complicaciones
metabólicas, evite que el paciente tenga pérdida de peso significativa por una mala
absorción de nutrientes.
Y a su vez se cuida su aspecto físico, ya que su piel se vuelve sensible y presente
hematomas característicos de la enfermedad, de esta manera su aspecto no será
demacrado ni decadente, no presentara los síntomas que acompañan al Síndrome
de Desgaste, como son la diarrea, vomito, fiebres, falta de apetito, etc.
El no tener una alimentación correcta de nutrimentos que fortalezcan el sistema
inmune, expone a las personas con VIH/SIDA a infecciones severas provocando la
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