Ana Laura Mújica García
importante en la adquisición de hábitos alimenticios, ya que la hora de la comida
permite la interacción familiar.
Moreno y Galiano (2006), en su informe, indican que las interacciones familiares a
la hora de compartir la mesa se asocian con un consumo mayor de alimentos
saludables y un menor consumo de alimentos fritos y refrescos; las interacciones
familiares durante la comida, también se han asociado a un mejor rendimiento
escolar y a evitar hábitos de riesgo en el futuro de los niños como fumar o beber.
De acuerdo a lo planteado anteriormente por los diversos autores, la influencia que
ejerce la familia en los niños es de suma importancia en la adquisición de hábitos
alimenticios; éstos hábitos que inician formándose en la infancia, por lo general se
mantienen en la etapa adulta repercutiendo favorable o desfavorablemente en el
estado de salud de las personas, por ello es indispensable conocer qué elementos
dentro del núcleo familiar ayudan a construir hábitos positivos y cuáles no los
favorecen, para que de ésta forma las familias sean conscientes de la fuerte
influencia que ejercen en sus hijos y se puedan modificar las prácticas que no
fortalecen los buenos hábitos alimenticios y reforzar los que los benefician.
Hipótesis
La actividad o falta de actividad laboral, de las madres, las preferencias que tienen
hacia ciertos alimentos, así como sus costumbres, afectan el tiempo que dedican a
su preparación y a la calidad de los mismos, lo cual influye en la adquisición de
hábitos alimenticios en niños.
La actividad o falta de actividad laboral, de las madres, las preferencias que tienen
hacia ciertos alimentos, así como sus costumbres, no afectan el tiempo que dedican
a su preparación, ni a la calidad de los mismos, lo cual no influye en la adquisición
de hábitos alimenticios en niños.
No existe relación entre la actividad o la falta de actividad laboral, de las madres,
las preferencias que tienen hacia ciertos alimentos, ni sus costumbres que afecten
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