Anteproyectos FIN-11-2017-2 FI_U5_EA_AIFM_anteproyectodeinvestigacion | Page 12

Aidee Areli Flores Moreno adulto mayor disminución de la calidad de vida por la aparición y/o mantenimiento de enfermedades crónicas e incapacitantes. En la atención al Adulto Mayor es importante considerar, así como en otras etapas de la vida, las esferas biológica, psicológica y social. En el área biológica en el Adulto Mayor se afecta la pérdida del gusto, el deterioro de la función masticadora y tragadora, pérdida de apetito, deterioro en la absorción entra otras funciones, sin embargo, la relación entre alimentación y estado de ánimo es un tema poco considerado en importancia cuando aparece síntomas depresivos. Las personas en general experimentan a lo largo de su vida una variedad de estados de ánimo y de las expresiones de afecto, cuando existe un trastorno existe un desequilibrio en la manera en la que reacciona el individuo. El estado de ánimo puede ser normal, elevado (trastornos bipolares) o deprimido (trastornos depresivos). La depresión no es algo normal del envejecimiento, cuando se presenta puede pasar desapercibida ya que en este período de la vida les aquejan diferentes enfermedades, que suelen ser más identificadas que los síntomas de depresión. La alimentación en los Adultos Mayores tiene una modificación importante en comparación con otras etapas de la vida, desde la capacidad de adquisición de los alimentos, cambios en la dentadura, así como la intolerancia a determinados alimentos. Junto con todos estos cambios propios esta etapa de la vida, en la esfera psicológica uno de “los problemas más frecuentes de salud mental en los adultos mayores se encuentran los trastornos de ansiedad y depresión. Se ha reportado que los trastornos mentales juegan un papel importante y son un factor de riesgo para la pérdida de peso involuntaria en esta población”. Pérez (2014) Pérez también afirma que “la depresión impacta en la calidad de vida de los pacientes, sus familiares y costos sociales, se estima que en el año 2020 será la segunda causa de años de vida saludables perdidos a escala mundial y la primera en países desarrollados. En México su prevalencia global es de 9.5% en mujeres y 5% en hombres mayores de 60 años”. Pérez (2014) 11