Pero estoy seguro de que Emma tenía una cualidad o facultad innata para la comunicación a todos los niveles , y así se explica el respeto y admiración que siempre ha conservado entre sus jóvenes pupilos .
En más de una ocasión y antes de ingresar en mi propia aula , yo mismo reconozco haberme quedado expresamente a contemplar aquel pequeño cortejo heterogéneo de chicos y chicas , que flanqueaban entre divertidos y atentos a la profesora , mientras esta comentaba cualquier ocurrencia que le viniera al paso . El caso es que , entre clase y clase , nos cruzábamos alguna palabra distendida o nos hacíamos un guiño , y concluía ya definitivamente aquella especie de rito vespertino y singular en la última planta del Centro .
La actividad didáctica que más nos unía a Emma y a mí eran las ginkanas literarias , que organizaba ella puntualmente en el mes de abril . Siempre he admirado esa capacidad de síntesis , asimilación y despliegue lúdico-literario que conseguía crear a partir de una narración . Ella no le daba ninguna importancia al asunto , pero a mí se me figuraba que aquella actividad tenía que costar bastante esfuerzo y tiempo , pues eran cientos de detalles los que había que combinar y organizar , y además elaborarlo con toda precisión . De modo que Emma , y a pesar de que en un primer trato directo no lo pareciera , era extraordinariamente organizada , cuidadosa , tenaz y eficaz en todas las tareas que tenían que ver con la profesión .
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