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58 MARÍA GUADALUPE OCAMPO GUZMÁN l SALOMÓN JUAN URBINA LÓPEZ Estrategias para garantizar la seguridad alimentaria en la región Altos de Chiapas Cada cultivo o actividad tiene su propio ritmo, tiempo, conocimientos, organización y manejo lo que implica mayor esfuerzo por parte de los productores para realizarlas de manera permanente, sin embargo, cada cultivo contribuye a que todos se realicen mitigando los riesgos entre ellos. Tener varios cultivos en la parcela ha incrementado la disponibilidad y diversidad de alimentos a nivel familiar, así como pequeños excedentes que se venden y complementan el ingreso familiar. Por ejemplo, el cultivo de hongos setas, se ha integrado poco a poco a la dieta familiar de las comunidades, porque a diferencia del hongo silvestre, que sólo se recolecta y consume en temporada de lluvia, la producción de setas se realiza todo el año y por tanto su consumo también. Además, el cultivo genera excedentes que se comercializan en el mercado local y regional, contribuyendo así con la disponibilidad de alimentos en éstos ámbitos. c) La práctica de la agricultura protegida Los productores siempre están aprendiendo y explorando nuevos procesos productivos, que con el apoyo de algunos actores públicos y privados que dinamizan el territorio, logran concretar. De ahí que algunos de ellos han comenzado a practicar la agricultura protegida en pequeños invernaderos equipados con sistemas de riego por goteo. El aprendizaje de esta forma de producción ha sido lento, sin embargo, ya han logrado cosechas de jitomate rojo, frijol ejotero, chile, lechuga, repollo, rábanos y algunas otras variedades de verduras destinadas para el consumo familiar. En los invernaderos existe la rotación de cultivos para evitar la contaminación de los suelos que se genera cuando se siembra el mismo cultivo por dos ciclos consecutivos, por ello, en ciertas temporadas del año siembran flores, después hortalizas, luego frijol, y así cuidan que los agentes biológicos patógenos de cada cultivo se desarrollen. La producción constante de hortalizas en condiciones protegidas aporta una cantidad importante de alimentos frescos para el consumo familiar durante todo el año, y además algún producto que venden en el mercado local. d) Actividades no agrícolas Los integrantes de las familias de los pequeños productores, sobre todo de las comunidades donde las condiciones naturales complican la producción agrícola, realizan otras actividades económicas no agrícolas para complementar los ingresos familiares. Destaca la producción y comercialización de carbón a partir de la tala de árboles; 10 el empleo en ciertas épocas del año como albañiles, choferes y veladores de instalaciones privadas en la ciudad; la comercialización de frutas de temporada como el mango, ciruela, durazno, entre otras; y la 10 De esta actividad habrá que indagar el impacto ambiental.