AMER Mexico Rural Tomo III AMER Mexico Rural Tomo III | Page 22

JULISSA CONSUELO GÓMEZ NÚÑEZ l MARÍA GUADALUPE OCAMPO GUZMÁN La contribución socio-productiva de la organización social existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana. La seguridad alimentaria señala cuatro dimensiones: el acceso a los alimentos, la disponibilidad de alimentos, la utilización de los alimentos y la estabilidad del suministro (FAO, 2006:1). Sin embargo, la seguridad alimentaria ha estado dominada por la producción comercial de alimentos a gran escala. Y “se ha centrado en el incremento del suministro mundial de alimentos, independientemente de las consecuencias ambientales, del acceso, distribución y utilización de los mismos” (Allen, 2013:135). Por ello, la crisis financiera, energética y alimentaria de 2008, que provocó el incremento de los precios de los alimentos y aumentó la población con inseguridad alimentaria, colocó a la seguridad alimentaria y a las diversas formas de producir alimentos en la discusión internacional. Los múltiples riesgos que supone la falta de alimentos han puesto en debate la perspectiva del desarrollo actual y la seguridad alimentaria. Ahora bien, frente al incremento de la población pobre y con hambre, el deterioro de la situación alimentaria y ambiental: para la población de escasos recursos y poca participación en el poder político formal, los movimientos sociales resultan una alternativa para participar en el desarrollo de proyectos y políticas que dan prioridad a las necesidades de las personas con inseguridad alimentaria. Los movimientos sociales centrados en cuestiones de seguridad alimentaria desafían las perspectivas y prioridades del sistema agroalimentario dominante, planteando nuevos temas, ideas, discursos, percepciones y nuevas áreas de políticas (Allen, 2012:136). De ahí que la propuesta de la soberanía alimentaria, impulsada por el movimiento de la Vía Campesina 4 , “defiende el derecho de los pueblos a alimentos sanos y culturalmente adecuados, producidos mediante métodos sostenibles, así como su derecho a definir sus propios sistemas agrícolas y alimentarios” (La Vía Campesina, 2011:1). “Es el movimiento internacional impulsado en la década de los noventa cuando las políticas de la agricultura y la agroindustria se estaban globalizando. Agrupa a millones de campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores, pueblos sin tierra, indígenas, migrantes y trabajadores agrícolas de todo el mundo. Integra a 164 organizaciones locales y nacionales en 73 países de África, Asia, Europa y América. En total, representa a alrededor de 200 millones de campesinos y campesinas. Es un movimiento autónomo, pluralista y multicultural, sin ninguna afiliación política, económica o de cualquier otro tipo” (La Vía Campesina, 2011:1). 4 15