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JAVIER PICHARDO SERVIN
Las ONG en contra de la siembra de maíz genéticamente modificado en Oaxaca
maíz GM, al ser el país centro de origen, diversificación y domesticación del
maíz, por su importancia para la alimentación de millones de personas y ser
considerada esta semilla, símbolo de identidad entre las diferentes culturas
que coexisten en el país.
Todo esto, aunado a la siembra ilegal de maíz GM en México a partir del
descubrimiento de contaminación de maíces en la Sierra Norte de Oaxaca en
el 2001 (De Ita, 2012), los riesgos que representa la liberación de permisos
de siembra de maíz GM en sus tres fases -experimental, piloto y comercial-,
incentivaron en el país expresiones de rechazo que se oponen a la creación,
producción, distribución, almacenamiento y consumo de maíz GM, algunas
de las cuales se pronuncian por la conservación y promoción de los maíces
nativos ante el riesgo de contaminación con transgenes.
Lo anterior fue influyendo en la creación de alianzas entre ONG, colectivos
y personas que implementaron una serie de acciones colectivas, permitiendo
la conformación de un movimiento anti-maíz-transgénico en México, que se
ha concentrado en impedir la siembra de maíz GM. El cual, está en constante
confrontación con los grupos de poder -políticos y económicos- que giran
alrededor o son parte en las grandes transnacionales biotecnológicas, tanto
nacionales e internacionales.
En el movimiento, las ONG son un actor clave que han facilitado el
acceso y la información técnica como coyuntural sobre los OGM (Carreón y
San Vicente, 2011), coordinan, orientan y guían las acciones de los actores que
lo integran, al generar una agenda de oposición e implementar un repertorio
de acción que va desde comunicados de prensa, marchas, mítines, foros,
talleres, donde hacen visible sus descontento y rechazo a la siembra de maíz
GM (Fernández, 2011), abriendo espacios de discusión y debate público
sobre los posibles riesgos, y posicionando el tema dentro de la agenda pública
(Campos, 2013).
En México el movimiento anti-transgénico se comienza por iniciativa de
Organizaciones no Gubernamentales como Greenpeace y ETC (Erosión,
Concentración, Tecnología) a fines de los noventa. En pocos años y por medio
de una campaña y alianzas con académicos, organizaciones campesinas,
indígenas y ambientalistas, estas movilizaciones crecieron (González y
Massieu, 2009: 20).
Las primeras acciones de rechazo y resistencia a la liberación al ambiente
de maíz GM por parte de las ONG, se pueden ubicar desde 1998, donde
diversas organizaciones se dieron a la tarea de analizar, sistematizar y