AMER Mexico Rural Tomo II AMER Mexico Rural Tomo II | Page 43

36 EDUARDO SANTIAGO NABOR Identificación de algunos elementos en la construcción de identidad femenina en mujeres Esto se refleja en esta especie de salto que hacen al pasar de ser niñas a ser mujeres con pareja y en espera de hijos. Las necesidades crecen y a la par de esto han surgido otras formas de trabajo y posibilidades de completar el ingreso para el hogar. Viven pensando que sus hijos van a estudiar y a salir de las condiciones que ellas han estado reproduciendo, pero las condiciones no los disparan y siguen reproduciendo los patrones que desde que se fue consolidando el mercado laboral de la fresa y la congeladora ha prevalecido. Una pregunta que surge es: ¿se puede cambiar las condiciones y los contenidos de las pautas que llevan a socializar el ser mujer hija de la fresa, para pasar a ser mujer que supera esas condiciones? La forma en que se construyen, se ven y se relacionan las mujeres que están en condiciones de pobreza y cuya posibilidad es el trabajo en la agroindustria, es el resultado de procesos de explotación que la agroindustria aplica. La falta de trabajo masculino y un alto grado de feminización del trabajo hace que las posiciones dentro de la casa se transformen así como la misma concepción de familia. Otro elemento que ha permitido que los procesos de socialización de ser mujer en la actualidad en la región se transformen, es el cambio en la estructura familia. Lo que antes fuera un impedimento pero que era parte de ser mujer (atender el hogar y los hijos) fue negociado entre los patrones y las mujeres, pero hoy la dinámica laboral ya no requiere de hacer eso, pues los hogares ya son distintos. La presencia de más familiares que acudan o realicen los trabajos del hogar que las jefas de familia o mujeres en edad de trabajar hacían, hoy lo hacen las abuelas o las hermanas menores, incluso las hijas, aquellas que hoy tienen doce o trece años. Estas últimas se van perfilando para reproducir los patrones de ser mujer en el contexto de la fresa en Zamora. Dicen ellas mismas que no hay otra cosa, que después de la primaria, solo esperan la felicidad, y para ellas esta llega cuando se casan y pueden irse a trabajar a la fresa o a la congeladora. La situación descrita no tiene visos de cambiar para beneficio de las mujeres. El problema es que ser mujer en este contexto, está cada vez más relacionado con el proceso de la transformación que produce el capital. Bibliografía Beneria, L. (2003). Mercados globales, género y el hombre de Davos. In C. Carrasco (Ed.), Mujeres y economía. Nuevas perspectivas para viejos y nuevos problemas (pp. 399-430). México: Icaria Editorial.