EDUARDO SANTIAGO NABOR Identificación de algunos elementos en la construcción de identidad femenina en mujeres
29 subsistir con el salario en actividades formales. También cuando se separan de su pareja y deber regresar a la casa de sus padres. En cuyos casos la abuela era quien cuidaba a los hijos. El porcentaje de mujeres que combinan actividades y que incluyen está dentro de su esquema es bajo, pero es parte del espectro de posibilidades que resultan del contexto capitalista que están viviendo estas mujeres en las últimas décadas.
Algunos casos mostraron que durante el día pueden realizar varias actividades remuneradas. Un caso interesante fue el de la señora Ale, quien es madre soltera y desde hace algunos años sale de su casa a las cuatro de la mañana y va van a hacer tortillas a mano a la casa de un comerciante de tortillas, quien reparte en las tiendas de la región. A las siete de la mañana regresa a su casa, prepara a sus hijas para la escuela, después se va a la fresa o a la congeladora, aunque dice que le gusta más trabajar en el campo.
Otras actividades que contribuyen al ingreso de estas mujeres, es la venta de productos de catálogo( zapatos, enseres domésticos, cosméticos, ropa, entre otras mercancías), ropa de segunda mano, realizan trabajo a domicilio como planchando y lavando o limpiando casas. Estas condiciones resultan de la flexibilidad que tiene el trabajo en el campo y la agroindustria. En otros tipos de trabajo, los horarios no permitirían que combinaran otras actividades.
Como vemos, hay diversidad de actividades con las que llegan a complementar el ingreso. Aunque, no todas esas opciones son lo mejor y algunas de ellas vulneran más al condición de ser mujer en esta región.
La expansión de la agricultura comercial, ha provocado que la movilidad interna de la mano de obra sea igual de expansiva. Algunas trabajadoras del campo deben trasladarse hasta cuarenta kilómetros de camino. Aunque hoy son trasladadas en autobuses que las empresas o los agricultores costean, el tiempo en el camino hace que las opciones de otras actividades se reduzcan.
El encadenamiento de la mujer al trabajo en la agroindustria y el campo ha formado parte de las relaciones sociales en las que están inmersas la mayoría de mujeres en esta región. Es parte de la misma historia de las familias que trabajan en este ámbito desde hace al menos tres generaciones. Las posibilidades de ubicarse en mejores trabajos se van aminorando por la falta de una mayor escolaridad y porque para estos sectores no hay mejores trabajos. Incluso aquellos que hoy han estado surgiendo no son para generar mejores expectativas de vida. Por ejemplo, empleos en tiendas departamentales como Coppel, Walmart, Sam’ s, Elektra. Los salarios son bajos y existen continuas condiciones de trabajo mal remunerado y sin prestaciones. Pero la respuesta