NAYELY MELINA REYES MENDOZA • JUAN CARLOS MIJANGOS NOH Marco de acción para la emancipación: educación no formal y participación comunitaria
95 de tomar decisiones, autonomía personal y colectiva, autoorganización y desarrollo de efectos multiplicadores.
La búsqueda de la calidad educativa consiste, para nosotros, en garantizar las condiciones y los procedimientos para que cada grupo de formación aprenda aquello que decide y necesita aprender para poder mejorar o transformar la realidad en la que actúa. Es por lo anterior que percibimos como imprescindible que la educación no formal( junto con la informal) se transforme en instrumento de cambio y socialización, así como de influencia liberadora, dirigida por sus principales actores y agentes. Esto ubica a la escuela pasos atrás de su contraparte no institucional de educación.
3. Características de la comunidad participante
La educación indígena, como contexto general, y la comunidad de Canicab, como caso local, representan de manera sensible los efectos devastadores que el sistema educativo actual ha dejado como estela. Los índices de analfabetismo, reprobación y rezago son significativos y permanecen inalterados desde hace una década( Instituto para la Evaluación de la Educación [ INEE ], 2005; 2007, 2008, 2013). En la escuela indígena en México es frecuente encontrar una autonomía adulterada( Blanco, 2009: 74) ya que aunque en los años recientes la participación de profesionales indígenas en el diseño, planeación y operación de su educación ha encontrado espacios de acción,“ no se ha logrado detener el deterioro acelerado o paulatino de sus culturas, lenguas y organización social ni tampoco elevar su calidad de vida ni mucho menos fortalecer su proyecto histórico”( Salmerón y Porras, 2012: 225). El origen de esta problemática procede del marcado desconocimiento del estado de las culturas, habitualmente reflejado en el currículo y prácticas escolares, ya que consistentemente se utiliza una base cultural distinta de la que conocen el niño indígena, su familia y su comunidad( Meza, 2007:5).
El involucramiento de la comunidad en cualquiera de las dimensiones de la educación tanto formal como no formal representa un avance significativo en la atención de los grupos sociales más desaventajados pues desde la perspectiva de Esté de Villlaroel( 2010:6):
La participación se puede caracterizar como la acción social por medio de la cual los sujetos intervienen en los grandes problemas que se dan en las interacciones sociales, cuyo objetivo final es lograr acuerdos con su