AMER Mexico Rural Tomo I AMER Mexico Rural Tomo I | Page 94

LAURA XIMENA ESTÉVEZ MORENO l ERNESTO SÁNCHEZ VERA l WILLIAM GÓMEZ DEMETRIO La producción ovina como parte de los modos de vida de los habitantes de las áreas protegidas grupos Maasai tienen complejas redes sociales en torno al ganado (Baird y Leslie, 2013). En Ojo de Agua, la actividad también origina conflictos (mal manejo de los animales recibidos a medias, daño a cultivos), los cuales merecen mayor investigación. El papel de la producción ovina en la seguridad alimentaria en Ojo de Agua, difiere del de otras especies que proveen leche, carne y huevos para el autoconsumo. Sin embargo, el uso de los ingresos obtenidos por los ovinos en salud, alimentación y educación, refuerza las evidencias respecto a su papel en el fortalecimiento del capital humano (Randolph, et al., 2007). Lo mismo ocurre con el capital físico, dado que algunos hogares destinaron el dinero recibido de los ovinos en la compra o mejora de activos asociados a este capital. Sin embargo, el hecho de que la inversión en activos de estos dos capitales no ocurriera de manera generalizada, indica que existen distintas estrategias de distribución de ingresos. El tamaño del rebaño, las estrategias de acceso y manejo de los animales, las características sociodemográficas o la importancia relativa de las actividades del portafolio de los hogares, pueden estar respondiendo a diferentes lógicas, no evidenciadas en este estudio, sobre la forma en que los hogares emplean sus ovinos para cumplir sus objetivos. En cuanto al capital natural, la producción ovina permite a los hogares aprovechar los recursos disponibles al interior y en los alrededores del área protegida. Esto se logra a través de la sinergia agricultura-ganadería, que aumenta la viabilidad ecológica y económica (al menos en el corto plazo) de ambas actividades. Incluye el aprovechamiento del estiércol en los cultivos y la alimentación animal con residuos de cosecha. El uso de los espacios no cultivados completa la estrategia de aprovechamiento, ya que la alimentación animal y la dinámica pastoreo-confinamiento, están alineadas con la disponibilidad de forrajes y los ciclos climáticos y agronómicos. Algunos autores refieren que el pastoreo puede ser benéfico en términos ecológicos, al facilitar la circulación de nutrientes entre sistemas agrícolas y forestales (Gómez-Castro, et al., 2011), al controlar incendios o mantener la biodiversidad asociada a los pastizales (Bernués, et al., 2011). Sin embargo, las fuentes oficiales señalan que la ganadería es un motor de deterioro del APFF-Nevado de Toluca (CONANP, 2013), y aún no existen estudios que permitan dimensionar con precisión los impactos ambientales de esta actividad. Teniendo en cuenta lo anterior, el caso de Ojo de Agua, aporta elementos a la discusión sobre la conveniencia de la existencia de la ganadería en AP, dado que se esperaría que el desarrollo sustentable de estos espacios condujera 87