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56 ROSALÍA VÁZQUEZ TORÍZ l YAREHD CAPORAL G. La agricultura urbana como espacio de recuperación y resignificación del modo de vida campesino urbana no sólo se pretenden producir alimentos, generar empleos o reducir la degradación ambiental, también se busca ensayar formas de convivencia social, que inspirados en otras matrices civilizatorias y modos de vida, se valore el bien común y la sostenibilidad de la vida. 1. Agricultura Urbana y Periurbana: de su concepto y alcances Frente al hambre que padecen alrededor de mil millones de personas en el mundo y que en México, de acuerdo con datos oficiales, alcanza a cerca de la mitad de su población, las prácticas agrícolas campesinas se presentan como fuente de soluciones. De hecho, diversos investigadores, instituciones y organizaciones de la sociedad civil coinciden en reconocer que este tipo de agricultura hoy proporciona una cantidad importante de todos los alimentos que se consumen en el mundo: Los aproximadamente tres mil millones de indígenas y productores campesinos —rurales y urbanos, pescadores y pastores— alimentan no sólo a la mayoría de la población mundial y a la mayoría de los desnutridos del mundo, sino que también crean y conservan la mayor parte de la biodiversidad mundial y representan la mejor defensa que podemos tener contra el cambio climático (ETC Group, 2013:5). Desde estos espacios asimismo se destaca la importancia de reconocer y fortalecer a las prácticas agrícolas campesinas para la construcción de la soberanía alimentaria, opción que diversas organizaciones y académicos colocan frente a la crisis alimentaria y el control productivo y comercial de las grandes empresas en el sistema alimentario mundial. Al respecto, Miguel Ángel Altieri afirma: Por suerte, todavía subsisten miles de pequeñas explotaciones tradicionales dispersas en los paisajes rurales de todo el mundo. La productividad y sostenibilidad de estos agrosistemas se puede optimizar con métodos agroecológicos, que de esta manera pueden formar la base de la Soberanía Alimentaria, definida como el derecho de cada nación o región para mantener y desarrollar su capacidad de producir cosechas de alimentos básicos con la diversidad de cultivos correspondientes. El concepto emergente de Soberanía Alimentaria enfatiza el acceso de los agricultores a la tierra, las semillas y el agua, se enfoca en la autonomía local, los mercados y los ciclos de consumo y de producción locales, la soberanía energética y tecnológica, y las redes de campesino a campesino (Altieri, 2010:29). En este amplio escenario donde lo campesino es valorado, diversos actores sociales urbanos están recuperando y recreando prácticas agrícolas campesinas