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JOSÉ ÁLVARO HERNÁNDEZ FLORES Capital cultural y estrategias reproductivas en grupos domésticos periurbanos fue triangulada con datos estadísticos provenientes de fuentes secundarias y con los recolectados a partir de la observación participante, con la intención de determinar: 1) Cuál es el lugar que ocupan las prácticas de acumulación de capital cultural dentro de las estrategias de reproducción familiar; 2) En qué medida, cómo, y por qué dichas prácticas son incorporadas como un mecanismo dirigido a asegurar el sostenimiento y reproducción familiar; y 3) Cuáles son las posibilidades de fracaso o éxito de este tipo de estrategia. En este sentido, el objetivo de este trabajo consiste en identificar las prácticas sociales que las familias movilizan alrededor de la adquisición de capital cultural en cualquiera de sus formas, y la manera en que éstas se relacionan con otros mecanismos de reproducción social. Asimismo, se pretende determinar la forma en que condiciones objetivas y simbólicas influyen sobre las opciones y decisiones que toman las familias en materia educativa. 1. Escuela y reproducción social La perspectiva metodológica desarrollada por Pierre Bourdieu parte del reconocimiento de una relación construida entre dos modos de existencia de lo social: las estructuras sociales externas y las estructuras sociales internalizadas. Tres son las nociones básicas que Bourdieu reconoce como parte de las estructuras sociales externas: el espacio social, concebido como un sistema de posiciones sociales que se definen las unas en relación con las otras; el concepto de campo, definido como un espacio pluridimensional de posiciones en el que los actores se distribuyen atendiendo al peso relativo de las diferentes especies de capital que poseen, y el concepto de capital entendido como el conjunto de bienes acumulados que se producen, se distribuyen, se consumen, se invierten y se pierden (Gutiérrez, 2012), y que puede ser de cuatro especies: económico, cultural, social y simbólico. Aunque son claramente distintas, las diferentes especies de capital se encuentran vinculadas entre sí, y bajo ciertas condiciones pueden transformarse unas en otras. Por ejemplo, el capital social o cultural que movilizado puede transformarse en capital económico o viceversa. En lo que concierne a las estructuras sociales internalizadas, destaca el concepto de habitus, que en términos generales se puede entender como el conjunto de disposiciones interiorizadas por el individuo a partir de la posición que ocupa en el espacio social y a partir de su trayectoria, que lo llevan a actuar, sentir, percibir, valorar y pensar más de una manera que de otra (Bourdieu, 1980). 39