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SONIA COMBONI SALINAS
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JOSÉ MANUEL JUÁREZ NÚÑEZ
La interculturalidad y el diálogo de saberes
3.1. Interculturalidad y posibilidad del diálogo en la diversidad
La interculturalidad “puede presentarse como un paradigma, que proponga
cambios en la ética universal de las culturas, pero básicamente como una
alternativa crítica para producir una transformación de las culturas por procesos
de interacción, donde las fronteras promuevan interacción” (Castro, 2004: 16).
La filosofía intercultural, sostiene Fornet-Betancourt (1994), pretende
impulsar la des obediencia cultural, la situación de la cultura en clave de
dialéctica de liberación y opresión; es la praxis cultural donde liberación e
interculturalidad se presentan como dos paradigmas complementarios, lo que
supone que la filosofía intercultural tiene por función transformar las culturas
desde una opción ética universalizable, que es la opción de los oprimidos en
todos los universos culturales. La lectura de lo intercultural entre los pueblos
originarios es en mucho compartido desde lo que Fornet-Betancourt (2005)
nombra “dialéctica de liberación”, debido a que en sus territorios el proceso
de desobediencia está presente en su día a día, desde el cómo a partir de la
oralidad, recupera y preserva su modo de construir y reconstruir la vida.
La multiculturalidad conlleva la inequidad en su espíritu, pues si bien,
por un lado se habla de igualdad de oportunidades, llámese Oportunidades,
Progresa, Prospera, discriminación positiva, “affirmativeaction”, en el fondo
implica la falta de equidad, ya que tiene como mira cuestiones materiales e
insiste sobre factores ideológicos y estructurales que conllevan desigualdad
y racismo implícitos y no sobre sobre la equiparación de las culturas en una
relación horizontal simétrica (Gutiérrez-Martínez, 2016).
De ahí que la interculturalidad se resignifique en un paradigma de
liberación no solo en el proceso de su recuperación lingüística e identitaria,
sino también en términos de valoración de sus saberes y conocimientos. El
diálogo intercultural se da únicamente dentro de un proceso de liberación de
las alteridades, de reconocimiento de las otras epistemologías y de “fomentar
una pedagogía del reconocimiento del otro, y a universalizar la crítica contra
los fundamentalismos, incluido el de occidente y su lógica económica y de
conocimiento” (Pérez y Argueta, 2011: 43). Esta liberación implica:
aquellos saberes que han sido descalificados, sobre todo cuando se hace
mención de los saberes locales, los saberes excluidos, los saberes colonizados
y encubiertos[…] Una serie de saberes que habían sido descalificados como no
competentes o insuficientemente elaborados; saberes ingenuos, jerárquicamente
inferiores, por debajo del nivel de conocimiento o cientificidad requerido
(Foucault, 1976: 18).
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