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a de la
al
malidad no existe”
(Vlachou, 1999)
cepción y a una práctica distinta. La
EE discurre por las mismas vías que la
educación general o, mejor dicho, es
parte de la educación general. Este mo-
delo de escuela parte de la considera-
ción del alumnado como sujeto de la
educación y no como objeto de la mis-
ma. El mismo concepto de dificultades
de aprendizaje ha cambiado. Antes se
consideraba que la causa de las difi-
cultades del niño/a estaba sólo dentro
de él; ahora se considera que la escuela
también tiene parte de culpa en la me-
dida en que no se adapte a las necesi-
dades que el niño tiene. Se le reconoce
como un ser diferente e independien-
te, valorando sus características y res-
petando sus ritmos de aprendizaje y
derechos que como persona posee.
Esto es así, que con el fin de abordar
la Atención a la Diversidad y preocu-
pados por tanto, por la calidad que el
alumnado se merece, nos planteamos
la necesidad de adecuar la respuesta
educativa a las particularidades que
plantean los mismos, con la finalidad
de que alcancen el mayor grado de de-
sarrollo en el sistema educativo; te-
niendo en cuenta el objeto de impulsar
la respuesta educativa ajustada a las
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necesidades educativas que el alum-
nado presente.
Con la llegada de la Ley de educación
LOE 2/2006, de 3 de mayo, la cual sus-
tituye el término de necesidades edu-
cativas especiales por otro más amplio,
el de “alumnado con necesidades es-
pecíficas de apoyo educativo” NEAE, el
cual queda definido actualmente por
la LOMCE Ley Orgánica 8/2013, de 9 de
diciembre, para la mejora de la calidad
educativa, como aquel alumnado que
requiera una atención educativa dife-
rente a la ordinaria, por presentar ne-
cesidades educativas especiales, por
dificultades específicas de aprendiza-
je, TDAH, por sus altas capacidades in-
telectuales, por haberse incorporado
tarde al sistema educativo, o por con-
diciones personales o de historia es-
colar, de tal forma que puedan alcan-
zar el máximo desarrollo posible de sus
capacidades personales y, en todo caso,
los objetivos establecidos con carácter
general para todo el alumnado.
Es por ello, que en el proceso de de-
sarrollo y avance de la sociedad, don-
de la educación se configura como un
importante instrumento para impul-
sar la lucha contra las desigualdades,
le corresponde al sistema educativo,
establecer los mecanismos que contri-
buyan a prevenirlas y compensarlas,
cualquiera que sea el motivo que las
origine, y promover la transformación
social a través del compromiso solida-
rio con las situaciones de desventaja en
las que se encuentran colectivos y gru-
pos que reciben los beneficios del sis-
tema.
Sin embargo, la acción compensado-
ra del sistema educativo requiere un
impulso y renovación para responder
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