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estructura de creencias de la sociedad”.[151] Por estas razones, los enemigos del capitalismo y la sociedad abierta deben enfocarse en destruir la familia: para destruir el orden y la calma que ella proporciona; para destruir la fuerza de trabajo que ella engendra para el mercado; para cortar en seco la socialización que ella logra en valores tales como la libertad y el respeto por el valor de los individuos. En una sociedad socialista, lo que en la capitalista lo genera la familia y el mercado por orden espontáneo, pasa a ser una responsabilidad del Estado: la socialización en determinados valores escogidos por la dirección política; la dirección de la actividad económica (consumo y producción), y el mantenimiento del orden, pasan a ser funciones estatales y, por tanto, totalitarias. El resultado de ello no puede ser jamás de liberación sino, al contrario, de inescrutable opresión y explotación, de cuya realidad dieron cuenta los experimentos comunistas del Siglo XX, sus genocidios, hambrunas y campos de concentración. Más adelante veremos cómo el capitalismo, al revés de lo que dicen estas teóricas que más que al servicio de la mujer se ponen al servicio del socialismo[152], ha generado condiciones económicas, tecnológicas y sociales profundamente liberadoras (en el sano sentido de la expresión) para la mujer. Es importante subrayar que además de mejorar la conjunción de feminismo y marxismo intentada por Firestone y Millet, no menos importante es el hecho de que Eisenstein da un paso más allá en la relativización del dato natural en favor de la teoría del género.[153] A diferencia de Firestone, quien encontraba en el dato biológico de la reproducción la raíz de la opresión de la mujer, Eisenstein concluirá, acercándose un poco más a De Beauvoir aunque con un marxismo más explícito, que “la clase sexual no es oprimida biológicamente, es culturalmente oprimida”.[154] Y así añadirá como blanco de ataque del feminismo el modo de relación sexual que las feministas, de entonces hasta hoy, más desprecian y que con mayor