Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de La Nueva Izquierda Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de | Page 222
[236] Documental “El Dr. Money y el niño sin pene”. Se puede ver online en: https://www.youtube.com/watch?
v=ytincaGVe7s
[237] Ídem.
[238] Ídem.
[239] Irasuste, Andrés. “Género: reseña de un concepto ficticio”. Consultado online en:
http://prensarepublicana.com/genero-resena-de-un-concepto-ficticio-por-andres-irasuste/. Mengele fue un médico y
antropólogo alemán, oficial de las SS. En Auschwitz, se dedicó a realizar experimentos genéticos con los prisioneros,
otorgando especial atención a los gemelos.
[240] Documental “El Dr. Money y el niño sin pene”. Se puede ver online en: https://www.youtube.com/watch?
v=ytincaGVe7s
[241] “Los estudios de base biológica de las diferencias de sexo los han dirigido mujeres. Como se dice tan a
menudo que estas investigaciones son un complot para mantener sometidas a las mujeres, tendré que dar nombres.
Entre las investigadoras sobre la biología de las diferencias de sexo están las neurocientíficas Raquel Gur, Melissa
Hines, Doreen Kimura, Jerre Levy, Martha McClintock, Sally Shaywitz y Sandra Witelson, y las psicólogas Camilla
Benbow, Linda Gottfredson, Diane Halpern, Judith Kleinfeld y Diane McGuinness. La sociobiología y la psicología
evolutiva, a la que muchas veces se le aplica el estereotipo de «disciplina sexista», tal vez sean el campo académico de
más doble género de los que me son familiares. Entre sus principales figuras están Laura Betzig, Elizabeth Cashdan,
Leda Cosmides, Helena Cronin, Mildred Dickeman, Helen Fisher, Patricia Gowaty, Kristen Hawkes, Sarah Blaffer
Hrdy, Magdalena Hurtado, Bobbie Low, Linda Mealey, Felicia Pratto, Marnie Rice, Catherine Salmon, Joan Silk,
Meredith Small, Barbara Smuts, Nancy Wilmsen Thornhill y Margo Wilson”. Pinker, Steven. Ob. Cit., pp. 546-547.
[242] Irasuste, Andrés. Ob. Cit., p. 56.
[243] Existen problemas de desarrollo hormonal que afectan conductas posteriores. Pinker brinda un ejemplo
interesante: “Las niñas con hiperplasia adrenal congénita producen un exceso de androstenediona, la hormona
andrógena que hizo famosa el magnífico bateador de béisbol Mark McGwire. Estas niñas, aunque sus hormonas
alcanzan un nivel normal poco después de nacer, inician un desarrollo de características poco femeninas, con mucho
juego brusco, (…) cuando se hacen mayores, más fantasías y deseos sexuales en los que intervienen otras niñas. Las
que no reciben un tratamiento con hormonas hasta las últimas fases de la infancia muestran unos patrones sexuales
masculinos al llegar a la juventud, entre ellos una rápida excitación ante imágenes pornográficas, un instinto sexual
autónomo centrado en la estimulación genital y lo equivalente a las poluciones nocturnas”. Pinker, Steven. Ob. Cit., p.
558.
[244] Wilson, Edward. On human nature. Massachussetts, Harvard University Press, 1978, pp. 6-7.
[245] Pinker, Steven. Ob. Cit., p. 559.
[246] Irasuste, Andrés. Ob. Cit., p. 265.
[247] Le Vay, Simon. Gay, straight, and the reason why. The science of sexual orientation. New York, Oxford
University Press, 2011.
[248] Irasuste, Andrés. Ob. Cit., p. 203.G
[249] Ver Friedman, Milton. Capitalism and freedom. Chicago, The University of Chicago Press, 1982.
[250] Lehmann ha documentado cómo los llamados “pueblos originarios” usaban a la mujer como mercancía de
intercambio, las usaban como prostitutas o, en el mejor de los casos, las ofrecían como concubinas. Henri Lehmann,
Las culturas precolombinas, Buenos Aires, Eudeba, 1986. Cristian Iturralde agrega sobre estos pueblos indígenas
que “de la muerte no se salvaban muchas veces ni las empleadas domésticas que trabajaban en casa de los nobles,
donde comenta Diego Duran que cuando morían sus amos, a veces las mataban a las molenderas para que fuesen
allá a molerle pan al otro mundo”. Iturralde, Cristian. 1492: Fin de la barbarie. Comienzo de la Civilización en
América. Tomo II (próximo a ser publicado por Unión Editorial), p. 41.
[251] María J. Rodríguez Shadow en su obra La mujer azteca cuenta por ejemplo que “al estar las mujeres
sometidas a la dominación masculina ellas no ocupaban ningún puesto relevante en los cargos religiosos, al contrario,
dada su posición relegada un gran número de mujeres eran llevadas a la piedra sacrifical”. La Mujer Azteca, México,