Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de La Nueva Izquierda Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de | Page 178
estafar a la opinión pública: “Freyre se cansó de avergonzarnos a todos. Y alguien lo
tenía que decir (…) Al principio había sido por una causa justa pero Freyre acabó
transformándose en el show mediático de una persona ambiciosa, que se creyó el
personaje y lo usó para sacar rédito (…) Y ya superó todos los límites” [532], destacó
el periodista y activista homosexual Bruno Bimbi, quien dio a conocer los detalles de
esta farsa en la que recalcó que no existía vínculo afectivo alguno entre Freyre y Di
Bello, sino que toda fue una parodia militante con la finalidad de instalar “el
matrimonio igualitario” y con ello la ideología de género. Dicha acusación fue un
escándalo pero cuya veracidad fue luego reconocida por el propio José Di Bello, es
decir por el activista que simulaba de “marido” de Freyre.
Pero a Freyre mal no le fue en este lapso: cobró ingentes ingresos por obrar de
“asesor de la diversidad” en el Senado de la Nación[533], ocupando y ganando
honorarios por cargos inservibles o inventados, pero que le permitieron al personaje
beneficiarse a costa de los impuestos que pagamos entre todos, para encima tener que
soportar declaraciones suyas en los medios y redes sociales tales como vaticinarle y
desearle la muerte por SIDA al bailarín homosexual Aníbal Pachano[534] —denostado
por Freyre por no adherir al gobierno de Cristina Kirchner— o reírse públicamente del
asesinato del fiscal Alberto Nisman[535], funcionario que denunció penalmente a
Cristina Kirchner por su complicidad para con el terrorismo internacional y apareció
muerto, horas después con un balazo en la cabeza.
Como es habitual entre los de su clan, Alex Freyre padece SIDA además de
Hepatitis C, enfermedades venéreas que este individuo se habría contagiado en sus
malandanzas, pero que afortunadamente ha podido controlar llevando una vida
relativamente convencional y controlada gracias a los tratamientos y avances médicos
proveídos por el sistema occidental y capitalista (que Freyre detesta y vitupera
públicamente), los cuales obtuvieron auspiciosos resultados a fin de evitar la evolución
de una enfermedad tan delicada como arraigada en esta porción poblacional.
Los sindicalistas más presentables
Pero no todos los referentes homosexualistas locales han sido tan caricaturescos
como varios de los nombrados. Andando los años y con toda la infraestructura que hoy
pudieron lograr, la cofradía se ha dado el gusto de contar con una suerte de “historiador
oficial”, el periodista chimentero Osvaldo Bazán, autor de un grueso libro de 650
páginas titulado Historia de la homosexualidad en la Argentina, el cual si bien aporta
datos interesantes y es un trabajo bien escrito, se encuentra plagado de un odio visceral