Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de La Nueva Izquierda Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de | Page 144
Por la razón o por la fuerza
Con el correr del tiempo, estas tendencias ideológicas fueron escalando
posiciones y la ideología de género logró un sinfín de éxitos políticos tendientes no
sólo a forzar la aceptación popular de sus postulados, sino también imponiendo la
amable “aprobación científica” de muchas de sus publicitadas conductas, pero no por la
aparición de investigaciones académicas superadoras sino por brutales coacciones
políticas.
Fue a comienzos de los años ‘70 cuando el piquetero sodomita Frank Kameny
lideró un grupo llamado “Frente de Liberación Gay” e irrumpió en el simposio anual
psiquiátrico de la APA (Asociación Americana de Psiquiatría), subió al atril, arrebató
el micrófono y arengó: “La psiquiatría es el enemigo encarnado del movimiento gay, al
cual le han hecho la guerra para exterminarlo, esta es una declaración que nosotros
hacemos de guerra contra los psiquiatras”[441]. Dos años después, estas y otras
constantes prepotencias y extorsiones dieron sus frutos y lograron descatalogar la
sodomía de la clasificació n de enfermedades mentales: “La categoría de la
homosexualidad desaparece del MSD[442] en 1973, en parte gracias a la presión de
los grupos homosexuales”[443] confesó la mismísima Beatriz Preciado. Pero a pesar
de tamaña coerción, hay científicos que se resistieron a cambiar criterios científicos sin
otro argumento mayor que el de la extorsión política y de esta postura surgió la
fundación NAHRT (National Association for Research & Therapy of
Homosexuality)[444], institución médica que sostiene que las personas con
sentimientos homosexuales pueden curarse y reconvertirse a la heterosexualidad: de
más está decir que la NAHRT es bravamente atacada y combatida por el lobby
sodomita y todas las organizaciones de izquierda que lo apañan no sólo amedrentando a
sus miembros sino saboteando a sus sponsors.
No es para menos. La prepotencia psico-política de los partidarios de la
ideología del género y su revolución permanente de la que ya hicimos mención no sólo
jamás se aminoró sino que en su ambición por “normalizar” hasta los hábitos más
repugnantes, en el simposio efectuado en la ciudad de San Francisco por la Asociación
Americana de Psiquiatría (mayo de 2003) prensó violentamente para eliminar también
del Manual Diagnóstico de Psiquiatría el sadomasoquismo y la pedofilia[445]. Sobre
esta última aberración, aclaremos que sus voceros han tomado la precaución de evitar
llamarla de ese modo y a fin de facilitar su aceptación social refieren sutilmente a la
democrática denominación de “sexualidad intergeneracional”.
No consiguiendo el último objetivo señalado, en el verano del 2011 los