Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de La Nueva Izquierda Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de | Page 127
Jomeini (de quien fue su panegirista en 1979), el cual lapidaba adúlteros, masacraba
prostitutas y ahorcaba homosexuales con habitualidad.
Pero por delirante que sonaran estas posturas, es indudable que sus obras
influyeron y mucho en distintas disciplinas. Su libro Vigilar y castigar por ejemplo, es
una suerte de catecismo de la corriente garanto-abolicionsita del derecho penal, en
donde Foucault exalta con encendida admiración la figura del delincuente y sostiene
que el crimen es “una protesta resonante de la individualidad humana”, agregando que
“puede, por lo tanto, ocurrir que el delito constituya un instrumento político que será
eventualmente tan precioso para la liberación de nuestra sociedad como lo fue para la
emancipación de los negros”[387]. Lo insólito es que este tipo de disparates ha sido
tomado en serio por muchos abogados de izquierda y no por casualidad, en la Argentina
el principal divulgador foucaultiano haya sido el activista homosexual, locador de
prostíbulos y evasor fiscal Eugenio Zaffaroni, presentado en sociedad no como un
protervo —sus fallos siempre tendieron a exculpar o justificar criminales y
delincuentes sexuales— sino como una “e