Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de La Nueva Izquierda Agustin Laje y Nicolas Marquez - El Libro Negro de | Page 105

hombres contra mujeres”. Pero este reduccionismo no podría explicar, por ejemplo, porqué en Estados Unidos se ha encontrado que la violencia en parejas lesbianas y homosexuales es tan o más frecuente como la que ocurre en parejas heterosexuales.[313] ¿No será que son móviles un poco más complejos y variantes, que la simple aversión por el otro sexo, los que desencadenan comportamientos violentos? De ahí que sería mucho más interesante cambiar la palabra “violencia de género” por una mucho menos ideologizada, que no limite los móviles de la violencia a uno solo, como podría ser la categoría “violencia familiar” o “violencia en la pareja”. Y es que entendiendo la violencia como un todo, teniendo en cuenta que tanto hombres como mujeres pueden ser violentos entre sí y a raíz de las más variadas causas, podremos avanzar de manera mucho más contundente en la erradicación de la violencia en cuanto tal. *** Algo hemos visto hasta aquí sobre algunas organizaciones locales y sus principales banderas y demandas políticas e ideológicas. Éstas son una constante en la mayoría de los grupos feministas del mundo aunque, naturalmente, cuando en determinado país se consigue por ejemplo la legalización del aborto, el feminismo, lejos de desaparecer con el cumplimiento del objetivo en cuestión, pasa a una etapa nueva donde se redobla la apuesta. En efecto, parece ser que el feminismo tiene, en términos generales, una agenda cuya realización se va dando de a pasos graduales, donde cada paso logrado las lleva a una reivindicación más radical. De modo que no en todos los países el estadio de radicalidad es el mismo. En Argentina por ejemplo, no es frecuente encontrar todavía, al menos no de manera realmente visibilizada, la articulación que el feminismo ha realizado, desde la teoría y también muchas veces desde la praxis, con prácticas como la pedofilia en otros países donde objetivos como la legalización del aborto (central en el feminismo latinoamericano) son ya del pasado porque ya han sido cumplimentados. Un caso destacado a mencionar al respecto es el de la Asociación Feminista Holandesa, la cual ha firmado peticiones públicas para conseguir la legalización de la pedofilia. En rigor, no son pocas las organizaciones feministas europeas y norteamericanas que tienen estrechos vínculos con organizaciones pedófilas como la NAMBLA (North American Man/Boy Love Association) y con el IPCE (International Pedophile and Child Emancipation). A nivel de referentes en el activismo feminista que han empezado a articular sus demandas con las de la pedofilia, sobresalen los casos de Pat Califia[314], Camille Paglia[315], Katharina Rutschky y Gisela Bleibtreu-Ehrenberg.