LA
AGRICULTURA
ECOLÓGICA
debe asumir
los desafíos
que plantea el
cambio de dieta
y la reducción
del desperdicio
alimentario
contamina el suministro de aguas y
la atmósfera, se asocia a la pérdida
de biodiversidad y a las emisiones de
gases de efecto invernadero, siendo la
lista de sus consecuencias muy amplia.
Por el contrario, la agricultura
ecológica no utiliza ni fertilizantes ni
plaguicidas sintéticos, promueve la
rotación de cultivos, lo que favorece
la fertilidad de los suelos y el ciclo de
sus nutrientes.
Los investigadores comentan que
este tipo de agricultura supera a la
agricultura intensiva en términos
ecológicos, pero sus rendimientos son
más bajos, necesitan más terreno de
cultivo para producir la misma cantidad
de alimentos que el modelo industrial,
de hecho, algunos expertos consideran
que la agricultura ecológica es una
forma ineficaz para producir alimentos
y garantizar la seguridad alimentaria
mundial.
Pero si se combina el modelo
de cultivo ecológico con cambios
complementarios en el sistema
alimentario mundial, aseguran que
se podría alimentar sin problemas y
de un modo mucho más sostenible
a la población en el año 2050, que se
calcula que alanzará los 9 000 millones
de personas.
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Lo cierto es que parece una tarea
imposible en un escenario donde
intervienen numerosos intereses
económicos y actores de la industria
alimentaria, pero los exper tos
comentan que la buena noticia es que
no es necesario llevar a cabo la plena
aplicación de las estrategias, basta con
aplicarlas de forma parcial y combinada,
ofreciendo un futuro alimentario más
sostenible.
Se han realizado investigaciones
centrándose sobre todo en la
producción, el rendimiento y el
impacto ambiental de la agricultura
ecológica, pero no se han tenido en
cuenta otros factores que podrían
marcar la diferencia. La reducción de
la producción del modelo ecológico
se compensa con la reducción de
la producción ganadera, algo que
permite incrementar la superficie de
cultivo.
De acuerdo con datos de la
Organización de Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación (FAO)
el 40 por ciento de los alimentos que
se cultivan en el planeta se destinan
a la alimentación animal y según
los pronósticos, esta cifra podría
incrementarse hasta alcanzar el 60 por
ciento en las próximas dos décadas.
M ejor gestión de los recursos naturales
La disponibilidad del agua también
aumentaría: se calcula que se necesitan
unos 15 000 litros de agua para producir
un kilo de carne de vacuno, frente a los
2 500 litros de agua que son necesarios
para producir un kilo de arroz, algo que
obliga a replantearse la producción de
alimentos, así como la gestión de los
recursos disponibles.
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