de que para legitimar sus movimientos
sociales, luchas y su respeto a la
autonomía como Estado-Nación, era
importante explotar la radiodifusión
–medios de comunicación masivapara convencer a los habitantes de su
localidad y municipio de los derechos
por los que están luchando, por las
amenazas de agentes externos a la
comunidad en busca de apropiarse de
sus recursos naturales y territorios,
Telecomunicaciones publicada el 14 de julio del 2014 en el Diario
Oficial de la Federación, se expone que estas radios indígenas o
comunitarias su estatus legal será de “interés social”, porque no
venderán o comercializarán espacio a anunciantes o publicidad de
productos o servicios.
Al respecto, el sector indígena de nuestro país es el principal
segmento de la población con el mayor rezago social en desarrollo
humano, con altos grados de marginación y con niveles de desnutrición,
a pesar de que en su mayoría cuentan con tierras fértiles para producir
el campo. También cuentan con bajos niveles en su población con
seguridad social o atención médica, mínimos espacios en educación
y ni que decir de las
fuentes laborales que
no se producen.
Todavía en México
existen conflictos por
la tenencia de la tierra
entre comunidades
indígenas vecinas
y la mayoría de la
población habita en
viviendas con piso de
tierra y hacinamiento
son rezados en su
desarrollo social.
y también en mantener la cultura y
la identidad como pueblo con libre
autodeterminación en sus acciones
de organización social sin intervención
del Estado.
A las radios indígenas también se
les clasifica como culturales, populares,
comunitarias y participativas, es
decir, son radios que en México se
les llaman “radios permisionarios”,
pero con la recién Ley Federal de
98
Las comunidades
indígenas usan las
radios comunitarias
como par te de
su derecho a la
información y de
defensa de su libertad de expresión ante la información que emiten
otros medios de comunicación contra las demandas, manifestaciones
y luchas sociales de los pueblos étnicos, porque consideran que los
medios tradicionales se encuentran al servicio del Estado, quien
mantiene un control hegemónico y dominante de los mismos con
fines de manipular o imponer una ideología distinta a los sectores
de masas que son ajenos a los problemas de la comunidad.
A lo anterior, la falta de interés de los medios de comunicación
masiva, privados y comerciales, por los mensajes en los que
intervengan los pueblos indígenas, o, al menos, en los que se hable
su lengua. En México, la propiedad de los medios de comunicación