Fausto (1926)
no se trata de una imitación, sino de una recreación.
Este proceso se da a partir de un referente, el cual
puede ser evidente o no, directo o indirecto, opuesto,
tergiversado, consecuente o antecedente, entre una
infinidad de posibilidades. Sostiene Paul Ricœr que
“indagar sobre el ‘sentido’ del relato, sin tomar en
cuenta su ‘referencia’ ... es indagar sobre la estructura,
es decir, sobre la forma que sostiene el conjunto de
los eventos contados por la historia”.4
obra específica (que no necesariamente el autor);
el carácter ficcional de un texto se encuentra
históricamente determinado, tanto en su producción2
como en su lectura;3 esto tiene gran importancia
dado que establece el punto de partida para decir
que la literatura, en tanto ficción, no es realista, sino
que da una apariencia de serlo. En un sentido similar,
una obra de ficción no hace filosofía, aunque nos
lleve a engaño.
La literatura fantástica, a decir de Antonio Risco,
diluye desde un elemento anecd