Los hijos nacidos a raíz de ese episodio serían el problema de la marginación que imperaba en los
los primeros mestizos, los primeros mexicanos, los barrios pobres de la Ciudad de México a inicios de la
primeros Hijos de la Chingada.
década de los cincuenta; esta circunstancia, sería, en
Pero las referencias negativas asociadas a la todo caso, un pretexto para internarse en uno de los
Malinche, como anticipamos, no solamente comprenden problemas identitarios más arraigados de la cultura
las denotaciones maternales; por el hecho de haber mexicana. El fuerte contraste entre los ambientes
ayudado a Cortés como su intermediaria ante moderno y no-moderno, localizado en la obra, viene
Moctezuma, se la vincula, primordialmente, con la idea a hacer una fuerte crítica al desarrollismo incompleto
de traición por haber abandonado a sus “hermanos” y desigual. El edificio inacabado y abandonado que
indígenas. Veremos que maternidad y abandono se sirve de marco a las escenas de la muerte de Julián
ligan a la orfandad. La Malinche, míticamente, es un y del ataque a don Carmelo es una alegoría de
una Modernidad que, a pesar de los discursos, es
ser con muchas facetas.
heterogénea.
Paz menciona que la Conquista se entiende como
Recordemos que, precisamente, en esos años,
un arrancamiento de un estado original que sufrió
el mundo indígena, consecuentemente, sumió a los arrancaba el conflicto mundial conocido como La
conquistados y a sus descendientes en un hondo Guerra Fría y que, consecuentemente, acarreaba una
serie de discursos modernos y de oportunidades.
sentimiento de soledad.
Estados Unidos se erigía como la única potencia
El supuesto arrancamiento del tiempo y de la mundial prototipo de la Modernidad, de la que
tierra originales se torna en una categoría en la que emanaba gran parte de ese complejo discursivo.
predomina la noción de orfandad. El estrecho vínculo
que las culturas indígenas mantenían con la tierra
explica el arrancamiento como el rompimiento de Apéndice
los lazos maternales.
Las deidades aztecas tienen más de una advocación;
La construcción histórica oficial, al idealizar el
pasado mesoamericano, eleva el dramatismo de
los hechos de conquista; se ofrece, entonces, una
identidad siempre incompleta, débil que acarrea el
estigma del aniquilamiento. Por tanto, el abandono
que la Malinche inflige a sus hijos se extiende hacia
los mexicanos modernos.
así, por ejemplo,Tonantzin, bajo ciertas circunstancias,
podría presentarse como Cihuacóatl. Bernardino
de Sahagún relata en el capítulo XII de su Historia
general de las cosas de Nueva España que esa divinidad
femenina desaparecía entre las mujeres y abandonaba
la cuna de su niño.
El Sexto presagio funesto de Los presagios, según
Los “padres primigenios” del pueblo mestizo de los informantes de Sahagún16 es una recreación del
México tienen como correlato la compleja tradición mito de Cihuacóatl que, en la Colonia, se transformó
de la víctima que, casi sin excepción, está matizada con en la leyenda de la Llorona.
elementos crísticos. Octavio Paz explica que la figura
sangrante de Cristo impulsa a muchos mexicanos
Muchas veces se oía: una mujer lloraba; iba gritando
varones a ser figuras centrales de los Vía Crucis en
por la noche; andaba dando grandes gritos:
los innumerables barrios y pueblos del país.
—¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos
La correspondencia que guarda el esquema 2,
lejos!
líneas arriba, con la reconstrucción práctico-discursiva
Y a veces decía:
que hemos hecho no tendría, pues, mayor explicación.
El filme de Buñuel, a final de cuentas, no tiene
como objetivo último el de abordar ni denunciar
30
—Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré?