ISBN 0124-0854
— La verdad, tengo en la cabeza un pedido infrecuente, me solicitaron para una revista un cuento o un poema o alguna cosa que contenga el número 200. No sé qué es más absurdo, si el pedido o que yo intente escribirlo.
—¿ El 200, así sin más?— miré a mi hermana que hablaba mirando la vía –. ¿ Y cómo hace alguien para que le llegue la inspiración o el duende, como quieran llamarlo, con un tema así?
— Pues eso intento, encontrar alguna pista que me permita hilar algo. Por ejemplo, conté el número de carros parqueados una tarde en la unidad, eran 85. Busqué en el estante de los libros de literatura colombiana de mi biblioteca, no encontré el número exacto, sino aproximaciones,
julio de 2013