Agenda Cultural UdeA - Año 2013 MARZO | Page 21

ISBN 0124-0854
N º 196 Marzo de 2013 es desconfiar de la Tradición, la Autoridad y la Revelación. Creer por tradición es creer por el mero hecho de que otros han creído y desde hace tiempos. Un día, la tierra dejó de ser plana y la evidencia fue tal, que la tradición se tuvo que corregir. Adán y Eva han dejado de ser dos humanos para convertirse en una metáfora, por la misma razón. Con Juan Pablo II, el infierno, ese lugar terrorífico, siempre en llamas, se convirtió en el rechazo o alejamiento definitivo de Dios. Creerle a Juan Pablo II o al que sea sobre el infierno o sobre el paraíso es creerle a la autoridad, es creer sin ninguna demostración. Las sensaciones interiores mías o tuyas tampoco importan, pues muchas causas pueden tener, por lo que pueden a veces resultar verdaderas o falsas; así que una revelación, sin que importe de quien provenga, jamás aportará eso que el escéptico llama prueba. La intuición para el escéptico es reconocimiento. No está consciente de todos los datos que posee, pero tiene buenas indicaciones. Por ejemplo, intuye que su pareja lo ama porque reconoce muchos pequeños actos como formas de amor. No hay nada mágico, hay reconocimiento. Para fiarnos de una intuición, buscamos datos que la corroboren. Una amiga mía, escéptica, rompió relaciones con su pareja. Él alegaba que la amaba, pero siempre estaba muy ocupado y nunca tenía tiempo para verla,
llamarla ni visitarla. Ella prefirió creer en los hechos y no en la“ verdad” que él sostenía. Por nuestra propia experiencia, es probable que nunca tengamos evidencia de la existencia de los átomos, de los electrones o de que la luz viaja a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo, pero se puede investigar qué pruebas existen a favor, o realizar los experimentos pertinentes, y entonces confiamos en ellas. Confiamos en que las razones que sustentan esas creencias son buenas y no provienen de ideas heredadas por mera tradición. Confiamos en los experimentos que otros han realizado, después de ver los resultados. Nos preparamos, el día del eclipse de sol, con instrumentos para observarlo( predicción de astrónomos), pero no lo hacemos el día del fin del mundo, según las predicciones de los Mayas. La ciencia, como camino para buscar ideas confiables, parecería una elección con la misma validez de cualquier otra; sin embargo, presenta una sustancial diferencia en sus métodos y resultados. La ciencia no depende de la tradición ni del estatus de la persona que hace la afirmación; no, de hecho está siempre renovándose, ajustándose a los nuevos experimentos y nuevas confirmaciones, demostraciones o falseamientos de sus hipótesis. El escéptico puede no ser un científico pero confía en los métodos de la ciencia.