Agenda Cultural UdeA - Año 2013 ABRIL | Page 8

ISBN 0124-0854
N º 197 Abril de 2013 como a una piedra que ha de caer , y sin modo de evitar el golpe . Antes de que don Jenaro saliera , se levantó para lanzarle con rabia sollozante un taburete que se desprendió como parte de él mismo .
¡¡¡ Seis !!!
Eso pasó , y por revivirlo se da la madre con los dedos angustiosos masajes en los brazos . Otea por el ventanuco — dando la impresión de buscar su propia mirada — y ve en la mitad de la calle , en aceras y caños , en los tejados , en la iglesia , en toda parte , al hijo que por ninguna aparece . Solamente la silueta de un borrachín al tartamudear una canción curva y desentonada como su andar sobre las piedras .
Con ritmo lento y una arruga recién nacida en el ceño , Juan llega severo a su madre , aguarda a que a ella se le pase la emoción interrogante y se sienta , para depositar el dinero del milagro sobre la funda de viuda pobre . Y acuclillándose en el rincón empieza a ayudarla igual que otras veces , entre un silencio lleno de campanadas donde ella adivina un cambio absoluto .
Con un estremecimiento que enceniza el ánimo , recuerda él la noche pasada en el oratorio de San Rafael , donde conoció toda clase de fantasmas , oyó las más extrañas voces , los más contradictorios susurros de santos y demonios . Algo le tiembla y se hiela en el corazón de trece años .
¡ Siete ! — Tengo frío , madre . Deme café .
¡¡ Ocho !!
Una , dos , tres . Cuatro . Cinco .
Cinco de la madrugada . De las campanas van saliendo las luces del día como de una colmena que despierta . El último campanazo se riega en ripio sobre el barrio obrero . Todavía orando , la madre oye los pasos del hijo , lo ve entrar más pálido que nunca . Rastro de llanto en los ojos . Gotas de sudor en su frente ancha . En esa frente de hombre de trece años .
Ella nota por esa voz un vuelco en el alma de su hijo . Mientras sorbe lentamente el café con humo , sabe que cada hora será la suya . La una , las dos , las diez . Todas las horas de todos los relojes le anunciarán su transformación . Él mismo será un reloj de sangre — corazón de trece años por péndulo — que dará ya las ocho de la noche , ya las cinco de la madrugada . La una , las dos …