ISBN 0124-0854
N º 197 Abril de 2013
Fragmento de un retrato de Manuel Mejía Vallejo
Guillermo Angulo, Manuel Mejía Vallejo, sin más datos, publicada en http:// www. ciudadviva. gov. co / julio08 / magazine / 5 / index. php
[…]
M anuel Mejía Vallejo era un hombre superior, por talento y por personalidad. En él se encontraba,
Eduardo Peláez Vallejo en grado superlativo, esta palabra de Montaigne:“ La primera de todas las cosas de este mundo es saber pertenecerse a sí mismo”, y por eso vivía con una obsesión que expresaba así:“ Uno no se puede dejar invadir de nada ni de nadie”. Esa es la condición previa para otra cualidad definitiva de Manuel: su intensa soledad. Yo sé de soledad y puedo decir que Manuel era un solitario de verdad, de vocación derivada de su constitución, un solitario sin queja ni sufrimiento, un solitario sin ostentación, como el sol es amarillo y brillante y está encima de nosotros. Pero también era amable. Su soledad no lo hacía hosco. Al contrario, era cordial, abría su puerta y dejaba ver su morada, se interesaba en los asuntos de los demás y, como generalmente acudían a él en busca de ayuda, su agilidad ponía al paciente en el camino de la solución y se separaba inmediatamente