ISBN 0124-0854
N º 191 Septiembre de 2012
Restauración bajo Adenauer, en el caso de Habermas, o de los avatares personales de Lukács bajo el estalinismo.
cuarta, y que por eso no admite la recepción crítica( eso es una tautología).
A las ― nuevas aproximaciones ‖ sólo debería incorporarse ante todo y como presupuesto para que cumplan el nombre de ― aproximaciones ‖ una crítica de los que las han inspirado. Una crítica que, por ejemplo, tenga en cuenta los estrechos condicionamientos políticos de la obra de Jürgen Habermas o los más estrechos de la obra de Lukács; es decir, que considere la evolución de sus conceptos, no como una evolución inmanente, sino como una evolución que responde a problemas y compromisos políticos— en el más amplio sentido de la palabra— particulares de la situación alemana, muy específica desde el periodo inicial de la
Esa crítica— presupuesto elemental de toda auténtica recepción— permite, incluso obliga, a asimilar, ya en un nivel teórico esas inspiraciones y desarrollar en ese diálogo los conceptos propios que suscitan esos ― ismos ‖. Lo mismo cabe decir de los formalismos. Ellos surgieron en un momento preciso de la historia de la posguerra europea, en el de los conflictos de la historia inmediatamente pasada; es decir, el pasado negro no asumido indujo a la negación de la historia. Es sorprendente que quienes invocan a Marx indiferenciadamente— o más bien la rudimentaria interpretación de Marx por Lenin— no apliquen la teoría de la base-superestructura a sus propias elecciones ideológicas.
¿ Es posible una historia literaria desde una perspectiva social en Hispanoamérica?
Con la respuesta anterior está dada, en parte, la respuesta a esta pregunta. Las condiciones de posibilidad de una historia literaria desde una perspectiva social son absolutamente incómodas. La historiografía literaria hispanoamericana o, más precisamente, los historiadores, son en su gran mayoría filólogos; es decir, han trasladado a la historiografía la