Agenda Cultural UdeA - Año 2012 OCTUBRE | Page 19

ISSN 0124-0854
N º 192 Octubre de 2012 eso no es malo , sino justamente el acicate del pensamiento .
9 En defensa de las falacias . Una actitud ante el error
Las falacias son errores argumentativos o de razonamiento que tienen apariencia de corrección y verdad . En contra de lo que se suele creer , son el resultado de limitaciones cognitivas difícilmente salvables : por más que el cerebro humano sea una máquina formidable , la mente muestra deficiencias de rendimiento para atender varios hechos al mismo tiempo , recuperar de la memoria o registrar toda la información relevante , o examinar y compatibilizar todas las creencias que poseemos . Las falacias son , claro , errores ; en la argumentación o en el razonamiento , pero errores no tan escandalosos como pensamos , ni tan evitables como presumimos . No son tampoco una maniobra deliberada ( una “ argucia ”), sino sucesos fruto de la deriva y de las tendencias , no siempre controlables , del pensamiento y las controversias . Más que “ cometer ” falacias , las “ padecemos ” o nos “ deslizamos ” hacia ellas . De modo que tampoco es necesario atribuir mala fe tras la falacia o el error de juicio ( incluido el error de juicio en asuntos sociales y políticos ); el error
como tal no constituye mentira o falta moral .
Más bien , sea consciente de la falibilidad , especialmente la propia , y esté en guardia contra las falacias o errores más frecuentes : ignorar evidencia en contrario ( o sesgo de confirmación : atender sólo información que confirme nuestras posiciones ); generalización apresurada ( sin examinar información suficiente ); pensar con el deseo ( tendemos a ver como más probable aquello que deseamos o esperamos ); ser “ inteligente a posteriori ” ( cuando ya las cosas han pasado y se conoce el resultado de las decisiones tomadas ); obedecer ciegamente a la autoridad (“ sólo cumplía órdenes ”); creer que “ el mundo es justo ” ( y que cada cual propicia “ lo que le sucede ”); pensamiento de grupo ( adoptar las creencias del grupo , por temor a ser rechazado ); falso consenso ( creer que nuestras ideas son “ naturalmente ” compartidas por los otros ); “ muñeco de paja ” ( caricaturizar o tergiversar el argumento contrario para atacarlo con facilidad ); confundir causas con efectos ( creemos que “ los ríos ‘ pasan ’ por las ciudades ”, pero , pensándolo mejor , podría ser que “ por lo común las ciudades se asienten cerca a los ríos ”)… Y así , muchas más , en una enumeración que puede hacerse interminable y decepcionante . Por lo que , mejor , si quiere usted “ curarse ” definitivamente de este mal , no vacile en hacer suya la buena divisa escéptica : “ Confiamos / en que no será verdad / nada de lo que pensamos ” ( Antonio Machado ).