ISBN 0124-0854
N º 184 Febrero de 2012
Quiero vivir para pensar y sufrir, Sé que habrá goces para mí En medio de penas y angustias; A veces me deleitaré con la armonía Lloraré sobre un libro, Y, quizás, sobre mi ocaso triste Brillará el amor con la sonrisa de despedida.
( 1830)
Siendo muy joven, Pushkin escribió unos versos llenos del heroico optimismo y del deseo de servir a la patria:
[…] Hasta ahora el corazón de honor palpita, Hasta ahora por la libertad ardemos, Amigo mío a la patria los hermosos! Impulsos de nuestra alma consagremos! Confía, amigo: brillará La estrella del divino día, Que Rusia se despertará, Y al derribar la monarquía, ¡ Los nombres nuestros grabará!
( 1819)
Alexander Herzen escribía que en la época reaccionaria del reinado de Nicolai I cuando“ una profunda tristeza se apoderó de las almas de todos los hombres pensantes, solo el canto sonoro y libre de Pushkin resonaba en los valles de la esclavitud y de los martirios: este canto […], llenaba con sus notas varoniles el presente y enviaba su voz al futuro. La poesía
de Pushkin era la garantía y el consuelo”( Herzen, 1987: 98).
La luminosa poesía de Pushkin abrazó todos los aspectos de la vida y del destino, logró expresar todo lo esencial del espíritu de su nación; esta poesía es parte inalienable de la vida del corazón y de la mente de toda una nación. El académico Dimitri Lijachev resume así el lugar del legado pushkiniano en la cultura de su pueblo:
Pushkin es el genio que fue capaz de crear el ideal de la nación. No simplemente de „ reflejar ‟ o „ representar ‟ las particularidades nacionales del carácter ruso, sino de crear el ideal de la nacionalidad rusa, el ideal de la