ISSN 0124-0854
N º 194 Diciembre de 2012
— Sí, claro que sí— replicó ella—. Ya sé que soy muy dura. ¡ Pobre Burton! Yo, en cambio, no pienso igual que él. No tengo el menor prejuicio hacia las personas de color. Sin ir más lejos, algunas incluso me encantan. Son como niños, despreocupados, tranquilos, siempre están cantando, riendo y todo esto. ¿ Conoce a alguien más feliz? Sinceramente: solo con verlos, me echo a reír. Oh, me gustan, de veras. Mire, me lava la ropa una mujer de color desde hace años, y le tengo muchísimo cariño. Es todo un personaje. Y mire lo que le digo: la considero como una amiga. Ni más ni menos. Como le digo a Burton: ―¡ Bueno, al fin y al cabo, todos somos seres humanos!‖. ¿ No es verdad?
— Sí— contestó el anfitrión—-, naturalmente.
— Por ejemplo, tomemos a ese Walter Williams— dijo ella—. Creo que un hombre como él es un verdadero artista. De verdad. Creo que merece tener muchísimo éxito. Cielos, me gusta tanto esa música y todo eso que no me importa de qué color tenga la piel. Sinceramente, creo que si una persona es artista, nadie debería tener prejuicios que le hicieran rechazar la oportunidad de conocerla. Eso es exactamente lo que le digo a Burton, ¿ le parece que tengo razón?
— Sí— contestó el anfitrión—. Claro que sí.
— Así pienso yo. La verdad, no puedo entender la estrechez de miras. ¡ Vaya!, estoy convencida de que es un privilegio conocer a un hombre como Walter Williams. De verdad. No tengo ningún prejuicio. ¡ Cielos!, también el Señor lo creó a él, igual que nos creó a nosotros, ¿ verdad?
— Claro— contestó el anfitrión—. Naturalmente.
— Eso es lo que yo digo— prosiguió ella—. Oh, cuando tropiezo con gente que tiene prejuicios en relación con las personas de color, me enfado tanto que no puedo callarme. Naturalmente, admito que cuando encuentras a un hombre de color malo, es terrible. Pero, como le digo siempre a Burton, también hay algunos blancos malos en este mundo, ¿ no es verdad?
— Supongo que sí.
— Vaya, me encantaría que un hombre como Walter Williams viniera a mi casa a cantar alguna vez. Naturalmente, no podría pedírselo por culpa de Burton, pero no me importaría en absoluto. ¡ Oh, cómo canta! Es maravilloso cómo llevan la música dentro, parece algo innato. Ande, vayamos a verlo y a