ISBN 0124-0854
N º 186 Abril de 2012 infantiles colombianas y quizás latinoamericanas— recordemos que sus cuentos fueron conocidos y aprendidos en toda la América hispánica— se encuentra en la concepción y valoración del niño como lector de literatura. Esta postura está presente en todos sus trabajos dirigidos a la niñez, tanto en las obras literarias como en su obra educativa.
Veamos:
Una vez entregado el trabajo a la editorial Appleton, siguió por su propia cuenta estudiando, leyendo, traduciendo, glosando y creando nuevas fábulas para un proyecto personal que tituló: Fábulas y verdades. Algunos amigos, interesados en la educación popular, se enteraron de que Rafael tenía olvidadas estas fábulas entre sus innumerables papeles, y trataron de convencerlo para buscarles publicación. Le recordaron el gran éxito que tenían en Cuba y en toda la América del Sur los otros dos libros de cuentos. No tenía que ser con Appleton la edición, ¿ por qué no proponérsela a Enrique Piñeyro, su amigo cubano editor del periódico El Nuevo Mundo? Efectivamente, el 25 de octubre de 1871 sale en El Nuevo Mundo un artículo anónimo— escrito por él mismo— anunciando el proyecto. El artículo tenía por título:“ Libro de fábulas y verdades para la escuela y el hogar”.
Y aquí corroboramos de nuevo nuestra tesis: la fábula que más gustó a los lectores colombianos residentes en Estados Unidos fue la del caimán. Esta fábula les hablaba de sus animales y paisajes. En el libro había varias fábulas sobre este personaje habitante del río Magdalena, y no fue fácil escoger, pues todas eran muy divertidas. Finalmente, se decidió por ésta, que empezaba diciendo:
Largo, ojiverde y más feo que un podrido tronco viejo, pero veloz cual trineo con que anda el animalejo.
Iba un paisano caimán más hambriento que alma en pena corriendo tras de un gañán que sorprendió de holgazán a orillas del Magdalena.
Este es apenas un ejemplo de cómo Pombo transformó un género— la fábula— creado para modelar el comportamiento, en verdaderas piezas literarias. Y aquí podríamos ubicar un segundo aporte del poeta a las letras infantiles: convertir un género didáctico en un género poético. Un estudio juicioso de Héctor Orjuela